Crítica:JAZZ

El origen, Detroit

El pianista Kirk Lightsey es natural de la industriosa Detroit. Allí nació en 1937. El dato no es baladí, pues fue una de las mecas del hard bop en los cincuenta. Allí prendió la semilla de Parker y Gillespie en saxos como Yusef Lateef y Pepper Adams, el guitarrista Kenny Burrell, los pianistas Tommy Flanagan, Barry Harris y Hugh Lawson y el contrabajista Paul Chambers, entre muchos otros. Precisamente, Lightsey estudió con el hermano de Flanagan y con la profesora de Harris. Cuando alzó el vuelo, ya atesoraba ese firme anclaje en el bop y el bagaje musical tan característico de ...

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El pianista Kirk Lightsey es natural de la industriosa Detroit. Allí nació en 1937. El dato no es baladí, pues fue una de las mecas del hard bop en los cincuenta. Allí prendió la semilla de Parker y Gillespie en saxos como Yusef Lateef y Pepper Adams, el guitarrista Kenny Burrell, los pianistas Tommy Flanagan, Barry Harris y Hugh Lawson y el contrabajista Paul Chambers, entre muchos otros. Precisamente, Lightsey estudió con el hermano de Flanagan y con la profesora de Harris. Cuando alzó el vuelo, ya atesoraba ese firme anclaje en el bop y el bagaje musical tan característico de los jazzistas provenientes de esa ciudad. Sus trabajos junto a Sonny Stitt y Chet Baker, con el que grabó cinco discos en 1966, contribuyeron a su desarrollo. Pero lo que atrajo los focos sobre él fue su estancia en el cuarteto de Dexter Gordon entre 1979 y 1983. Después tocó con el guitarrista Jimmy Raney y formó parte de The Leaders.

Kirk Lightsey Trío

Kirk Lightsey (piano), Reggie Johnson (contrabajo), Doug Sides (batería). II Festival Internacional de Jazz. Palau de Congressos de Peñiscola, 22 de julio 2005.

Dadas sus dotes y curriculo, ¿por qué no ha obtenido mayor reconocimiento? Quizá debido a que desde 1993 vive en París, lejos de la escena jazzistica americana. Desde luego, el concierto de Peñiscola fue jazz de altos vuelos, con un pianista al que sus orígenes y tradición no han encorsetado, más bien ha sabido desarrollarse a su manera y personalidad. Además, el trío funcionó muy bien. No es de extrañar con Reggie Johnson y Doug Sides, dos viejos zorros curtidos en mil batallas.

Otro aspecto positivo reside en que el repertorio que toca Lightsey se aleja de los caminos más transitados. Siempre ha sentido particular afección por las composiciones del saxo tenor Wayne Shorter y aquí exploró el atractivo Infant Eyes. De otro saxo, Jimmy Heath, recogió el anguloso A New Blue. Y del batería Tony Williams Pee Wee, que apareció en el álbum Sorcerer de Miles Davis. Para el bis final escogió la balada del trompetista Thad Jones A Child is Born, favorable a la emotividad y al lirismo pudoroso. Mejor broche no se podía pedir a una estupenda actuación de un pianista no suficientemente valorado y que vale la pena conocer.

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