Lúa, menús sorpresa de perfil moderno
Aunque su apuesta ha sido difícil, los resultados comienzan a ser convincentes. Dos jóvenes cocineros, Óscar Val y Manuel Domínguez, abrieron esta casa a principio de año con el propósito de servir un menú único en cada servicio. Cinco platos sorpresa que cambian según el mercado y los golpes de inspiración de sus artífices. Nada de carta ni de opciones alternativas.
En las recoletas estancias de este restaurante sólo menús de perfil moderno, que no aparecen escritos en ninguna parte y se van desvelando antes de llegar a la mesa. Si algo no gusta, eso sí, se suelen improvisar recambios....
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Aunque su apuesta ha sido difícil, los resultados comienzan a ser convincentes. Dos jóvenes cocineros, Óscar Val y Manuel Domínguez, abrieron esta casa a principio de año con el propósito de servir un menú único en cada servicio. Cinco platos sorpresa que cambian según el mercado y los golpes de inspiración de sus artífices. Nada de carta ni de opciones alternativas.
En las recoletas estancias de este restaurante sólo menús de perfil moderno, que no aparecen escritos en ninguna parte y se van desvelando antes de llegar a la mesa. Si algo no gusta, eso sí, se suelen improvisar recambios. En cierto modo se trata de un retorno al estilo de las viejas casas de comidas en versión contemporánea.
Cuando un cliente toma acomodo en Lúa ha de conformarse con lo que le sirvan. Afortunadamente, la cocina es buena y los platos demuestran conocimientos, técnica y un sentido del gusto refinado. Y aunque es cierto que ninguno sorprende por su exquisitez, tampoco suelen suscitar reparos.
Un menú al azar de un día cualquiera puede estar compuesto por sugerencias variopintas. Primero un gazpacho verde, muy equilibrado, con tropezones de perca. Después, espárragos verdes con foie-gras y chipirones, composición insustancial, pero aceptable. Y acto seguido un arroz con tropezones de conejo que siempre deja un buen recuerdo.
Quedan para el final dos platos de más peso. En primer término una merluza en salsa verde con almejas y luego un taco de carne con patatas fritas y ajos confitados. De postre, helado de queso con salsa de membrillo.
A pesar de que la carta de vinos es bastante escueta, se pueden encontrar buenas compañías para tantos platos.
Lúa. Zurbano, 85. Teléfono: 91 395 28 53. Cierra domingos. Menú fijo (IVA y bebidas no incluidas): 32 euros.