Ibarretxe mantiene la columna básica de su Gobierno para la "legislatura de la paz"

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, ha resuelto mantener toda la columna vertebral de su anterior Gobierno para la que considera que va a ser la "legislatura de la paz y la normalización política", realizando apenas tres cambios en su nuevo equipo, de los que dos han sido decididos por sus socios de EA. Los pesos pesados de su Gabinete, la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, y el consejero de Interior, Javier Balza, ambos del PNV, forman el núcleo duro de un Ejecutivo que la oposición considera marcado por el "continuismo" y las "tensiones internas". El Gobierno, con ...

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, ha resuelto mantener toda la columna vertebral de su anterior Gobierno para la que considera que va a ser la "legislatura de la paz y la normalización política", realizando apenas tres cambios en su nuevo equipo, de los que dos han sido decididos por sus socios de EA. Los pesos pesados de su Gabinete, la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, y el consejero de Interior, Javier Balza, ambos del PNV, forman el núcleo duro de un Ejecutivo que la oposición considera marcado por el "continuismo" y las "tensiones internas". El Gobierno, con 11 carteras más el lehendakari, cumple además el requisito establecido en la Ley de Igualdad (al menos un 40% de mujeres) al tener cinco consejeras.

Dos de los tres recién llegados los aporta EA y el restante, el PNV. En el caso de la formación que preside Begoña Errazti, los nuevos consejeros son dos buenos conocedores del funcionamiento de la Administración: la nueva titular de Medio Ambiente, Esther Larrañaga, de 46 años, ya fue viceconsejera de esa misma cartera y actualmente ocupaba la Viceconsejería de Justicia, mientras que del departamento de Educación se hace cargo Tontxu Campos, de 43 años, hasta ahora diputado vizcaíno de Promoción Económica.

Las salidas de Anjeles Iztueta de Educación, cuya gestión había sido muy contestada en los últimos tiempos, y de Sabin Intxaurraga de Medio Ambiente hay que interpretarlas en clave interna de EA. Ambos se sumaron al grupo de críticos que se enfrentó a la dirección en el último congreso y perdió. El hombre fuerte de EA en el Ejecutivo sigue siendo el titular de Justicia, Joseba Azkarraga.

La tercera y última cara nueva es la peneuvista Nuria López de Gereñu, de 35 años, quien sustituirá en Transportes a Álvaro Amann. También proviene de la Administración foral. Hasta el momento era diputada guipuzcoana para el Desarrollo del Medio Rural.

Zenarruzabeitia, que suma al cargo de vicelehendakari la consejería de Hacienda y Administración Pública, mantendrá de forma preferente la relación con el Gobierno, en especial con el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, quien, junto al delegado en el País Vasco, Paulino Luesma, representaron al Ejecutivo central en la toma de posesión de Ibarretxe el sábado.

El resto de los consejeros peneuvistas que repiten son: Ana Aguirre (Industria), Gabriel Inclán (Sanidad), Miren Azkarate (Cultura y portavoz) y Gonzalo Sáenz de Samaniego (Agricultura y Pesca). Completa el equipo el único consejero de EB, su coordinador general, Javier Madrazo (Vivienda y Asuntos Sociales).

La oposición recibió al Ejecutivo tildándolo de "continuista", "lastrado por las tensiones internas" e incapaz de ilusionar a los ciudadanos, según el socialista Rodolfo Ares y el portavoz popular, Leopoldo Barreda. EHAK, la formación que con dos de sus votos en el Parlamento permitió la investidura de Ibarretxe, optó por el silencio.

Sí habló Aralar, la escisión de Batasuna con la que Ibarretxe quiere una "relación preferencial" que por ahora no cuaja. Su vicecoordinador, Mikel Basabe, apuntó que lo único que se puede esperar "es más de lo mismo".

Los líderes de las formaciones del tripartito firman hoy en Ajuria Enea con Ibarretxe el acuerdo de Gobierno. A diferencia de su investidura en 2001, cuando también apostó por una legislatura de la paz, pero situando el foro de diálogo para la pacificación y normalización en la Cámara vasca, el lehendakari ha optado por sacar de ella la futura mesa de partidos para sentar a Batasuna, con el riesgo de que dicho foro se quede sin dos patas por la negativa de PSE y PP a sentarse con la formación ilegalizada.