Los políticos y la UE

Los desacuerdos en el seno de la Unión Europea son tan grandes como parecen. Ayer, sin ir más lejos, los eurodiputados aprobaron por una abrumadora mayoría (483 votos a favor frente a 89 en contra) concederse un sueldo de 7.000 euros mensuales. Ya sé que para el ciudadano de a pie esta subida de sueldo (los españoles cobraban antes 2.818 euros) puede parecer brutal y fuera de contexto en una situación económica y presupuestaria como en las que nos encontramos. Pero en realidad lo hacen, como siempre, por nuestro bien: antes cobraban, además de su sueldo, 14.000 euros en concepto de gastos de o...

Los desacuerdos en el seno de la Unión Europea son tan grandes como parecen. Ayer, sin ir más lejos, los eurodiputados aprobaron por una abrumadora mayoría (483 votos a favor frente a 89 en contra) concederse un sueldo de 7.000 euros mensuales. Ya sé que para el ciudadano de a pie esta subida de sueldo (los españoles cobraban antes 2.818 euros) puede parecer brutal y fuera de contexto en una situación económica y presupuestaria como en las que nos encontramos. Pero en realidad lo hacen, como siempre, por nuestro bien: antes cobraban, además de su sueldo, 14.000 euros en concepto de gastos de oficina y personal y unas dietas astronómicas entre las que destacaban los 1.500 euros por billete de avión (sin importar el importe real del mismo y sin límite de vuelos). Creo que la pregunta correcta es: ahora que la Europa de los políticos parece estancada, ¿no ha llegado la hora de construir la Europa de los ciudadanos? La respuesta: es un bonito sueño que choca con la triste realidad de una elite que se refocila en sus privilegios.