Dispositivo de emergencia para el tráfico, las playas y las hogueras en Sant Joan

El Fórum acogerá una fiesta con ritmos latinos y la Barceloneta una celebración popular

La Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona han preparado sendos dispositivos de emergencia para el puente de Sant Joan que empieza hoy: refuerzo de las medidas de control del tráfico para evitar colapsos, limpieza de playas y vigilancia y prohibición en algunos ayuntamientos de las clásicas hogueras.

La verbena de Sant Joan es la peor jornada para el tráfico en Cataluña. Y este año no va a ser una excepción. Tráfico anunció ayer que prevé que unos 625.000 coches realicen desplazamientos, fundamentalmente por la tarde. De estos vehículos, más de 525.000 se moverán dentro del área metr...

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La Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona han preparado sendos dispositivos de emergencia para el puente de Sant Joan que empieza hoy: refuerzo de las medidas de control del tráfico para evitar colapsos, limpieza de playas y vigilancia y prohibición en algunos ayuntamientos de las clásicas hogueras.

La verbena de Sant Joan es la peor jornada para el tráfico en Cataluña. Y este año no va a ser una excepción. Tráfico anunció ayer que prevé que unos 625.000 coches realicen desplazamientos, fundamentalmente por la tarde. De estos vehículos, más de 525.000 se moverán dentro del área metropolitana de Barcelona. El resultado será el colapso, porque las vías de salida son insuficientes para estos movimientos que, sobre todo, se concentrarán entre las 18.00 y las 24.00, aunque empezarán a ser intensos a partir de las 15.00. Además de las carreteras, habrá llenos en los aeropuertos y también en las calles, plazas y playas donde por la noche se celebrarán las verbenas.

Los transportes públicos metropolitanos, salvo los trenes de Renfe, funcionarán sin interrupción toda la noche
Barcelona cerrará sus playas desde las 6.00 hasta las 10.00 horas para proceder a la limpieza de la arena
Interior califica la jornada de alto riesgo para el tráfico y augura colapsos debido a las 525.000 salidas del área metropolitana

El tráfico de hoy no tiene nada que ver con el de otras jornadas en las que se prepara operación salida. Mientras que en los grandes desplazamientos de vacaciones y de Semana Santa los atascos se producen en torno a las barreras de peaje y a unos 40 kilómetros de Barcelona, esta tarde, si el comportamiento de la población es el previsto, los atascos afectarán a todas las entradas y salidas de Barcelona, sin que se salve una sola. Pasa cada año y seguirá pasando porque es imposible prever las carreteras para una avalancha.

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Tráfico ha decidido habilitar carriles en todas las salidas donde es posible, lo que no sucede en todas las vías. Por ejemplo, la salida de Barcelona por la Gran Via hacia el sur no puede ser ampliada porque está en obras; quienes tengan que utilizarla deberán hacerse a la idea de que les tocará hacer cola, aunque todos confían en que la cosa no llegue a lo ocurrido hace unos años, cuando buena parte de la población se comió la coca en el coche.

El mayor número de movimientos se producirá en el área metropolitana. En esta ocasión, según los datos del Servicio Catalán de Tráfico, los ciudadanos realizan trayectos cortos para asistir a una verbena, y de madrugada, el de retorno, que a veces se realiza con un compañero inadecuado: el alcohol. Los Mossos d'Esquadra lo saben y han organizado un potente dispositivo disuasorio, formado por un total de 214 puntos de control de alcoholemia, más de 1.600 agentes en las carreteras y 91 radares móviles para detectar los excesos de velocidad. El objetivo es reducir en lo posible el número de víctimas del tráfico.

Montserrat Tura, consejera de Interior, dio ayer "con toda la prudencia posible" algunas cifras. Dentro de lo negativo, muestran una tendencia positiva. Hasta ayer se registraron en Cataluña 157 muertos en accidente de tráfico en lo que va de año, algunos en las carreteras y otros en las vías urbanas. En 2004 se produjeron hasta la misma fecha 184 fallecimientos, el 14,07% más.

Tura presentó ayer una campaña que llama la atención sobre el riesgo de muerte que supone el tráfico. En las carreteras y en las ciudades, porque el 82,7% de los accidentes con víctimas se registran en los núcleos urbanos. Los principales motivos son los atropellos, los choques en las intersecciones, no hacer uso de sistemas de seguridad pasivos (cascos, cinturones) y el abuso del alcohol. Y cuando se habla de conducir, abuso y uso se confunden con frecuencia. En las carreteras el principal factor de riesgo es el exceso de velocidad.

Los principales puntos conflictivos previstos por Tráfico para esta tarde son los siguientes: en dirección al Maresme, la C-31, la C-32 y la B-20 (también llamada pata norte); quienes vayan hacia el Vallès encontrarán problemas en la C-58, la C-17 y la C-33; las vías del sur por el litoral tendrán sus puntos débiles en la C-31 y la C-32, y por el interior los problemas se producirán en la B-24, la N-340 y la AP-7. Es decir, en todas partes. También es previsible que haya colas abundantes en los peajes de Mollet, La Roca y Maçanet.

No hay previstos graves problemas en las carreteras de Tarragona y Lleida, pero sí en algunas de Girona, como es el caso de la C-65 en Llagostera, la C-35 entre esta misma población y Vidreres, la C-31 entre Santa Cristina y Palafrugell, y la Gi-662 en la rotonda de Platja d'Aro.También se prevén problemas en los peajes de la AP-7 entre Molllet y Sant Celoni, y en la misma autopista, al sur de Barcelona, entre Martorell y Vilafranca, sin descartar que se prolonguen hacia El Vendrell. Lo mismo ocurrirá en la vía paralela, la N-340, entre estas dos últimas poblaciones, y en el norte, en la N-II entre Malgrat y Tordera.

El pasado año se registraron ocho accidentes mortales con nueve personas muertas, cinco heridos graves y dos leves. La consejera de Interior aseguró ayer que, aunque fueron menos que los de 2002 y 2003, no se puede cantar victoria porque, dijo, una sola muerte es ya una gran tragedia.

El dispositivo del Ayuntamiento de Barcelona para la noche de Sant Joan se centrará, como en los últimos años, en las playas de la ciudad, que durante la verbena del año pasado congregaron a 180.000 personas. El objetivo es que después de la festiva invasión estén listas para el baño a las diez de la mañana, como si no hubiera pasado nada. "Se trata de garantizar el derecho a los dos usos", destacó ayer la tercera tercera teniente de alcalde y presidenta de Parques y Jardines, Imma Mayol. Para ello, el consistorio ha doblado prácticamente todos los efectivos de seguridad y limpieza.

El ejército de agentes de la Guardia Urbana y operarios de limpieza, integrado por más de 200 personas, dispondrá de cuatro horas para retornar su aspecto habitual al litoral. Será entre las seis de la mañana, hora tope de la juerga en las playas, y las diez cuando, con toda probabilidad, se repetirá la escena de bañistas aguardando sombrilla en mano a que los trabajadores acaben la tarea.

En la operación participarán un total de 48 vehículos, sumando tractores para limpiar la arena, todoterrenos para vaciar papeleras, camiones, camiones cuba y de brigada, entre otros. La presencia de papeleras y lavabos químicos casi se dobla respecto al año pasado. Habrá 410 papeleras y 109 lavabos a lo largo del litoral.

Dispositivo "brutal"

"El dispositivo es brutal. No habrá excusas para tirar basura ni orinar en la arena. No será necesario caminar más de 30 metros para encontrar una papelera ni 100 para hallar un lavabo", dijo ayer el concejal de Servicios Urbanos y Mantenimiento, Francesc Narváez, quien explicó que el barrido del público y los restos de la fiesta se realizarán "por cuatro frentes", el doble que el año anterior.

Serán agentes de la Guardia Urbana los encargados de invitar a los presentes a abandonar la arena, un trabajo que el año pasado originó alguna que otra carrera entre agentes y juerguistas que escapaban y se lanzaban al agua. Al lado de Narváez, el concejal de Seguridad y Movilidad, Jordi Hereu, calificó de "pequeño milagro" el lavado de cara que experimentarán las playas.

Dentro del capítulo de Seguridad, Hereu explicó que los tres cuerpos policiales -Guardia Urbana, Mossos d'Esquadra y Cuerpo Nacional de Policía- y los bomberos velarán en toda la ciudad para evitar fiestas no autorizadas, la venta ambulante de bebidas y el comercio no permitido de pirotecnia. Además, se realizarán desvíos de tráfico en los puntos en los que se sitúen hogueras -14 este año, la mayor parte en el Eixample- y se intensificarán los controles de alcoholemia en las vías de acceso a la ciudad. Por último, para facilitar el movimiento en el entorno del litoral, se prohíbe el estacionamiento y la circulación por el paseo Marítim junto a las playas y el acceso y aparcamiento en los solares de las playas de la Mar Bella y Nova Mar Bella.

El refuerzo de bomberos, cuyo cuerpo mantendrá de guardia a 115 profesionales de los seis parques de la ciudad, prestará especial atención a las zonas de riesgo potencial, como la vertiente de Collserola que linda con la ciudad.

Por otra parte, los ritmos latinos llenarán esta noche el parque de los Auditorios del recinto del Fórum en una verbena que se prevé masiva y que se presenta con el nombre de La noche del fuego latino, con el venezolano Oscar D'León y el grupo cubano Juan Formell y Los Van Van como cabezas de cartel. En el otro extremo del litoral de la ciudad, entidades del barrio de la Barceloneta han organizado también una verbena popular en la plaza del Mar.

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