Reportaje:

Madrid, europeizado con música

El Círculo de Bellas Artes, la FNAC, el Reina Sofía y Pozuelo festejan el Día de la Música

Cientos de aprendices y músicos de todas las edades y especialidades se dieron cita ayer en el Círculo de Bellas Artes, el Centro Reina Sofía, la FNAC y Pozuelo de Alarcón para celebrar, con sus creaciones e interpretaciones, el solsticio de verano mediante la Fiesta Europea de la Música. La iniciativa desplegó su cuarta edición anual en distintos centros culturales madrileños, convertidos así en cajas resonantes de melodías y armonía que llevaron, también, hasta las calles contiguas.

Al decir de Gloria Collado, directora de la revista Doce Notas, organizadora del evento, "esta F...

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Cientos de aprendices y músicos de todas las edades y especialidades se dieron cita ayer en el Círculo de Bellas Artes, el Centro Reina Sofía, la FNAC y Pozuelo de Alarcón para celebrar, con sus creaciones e interpretaciones, el solsticio de verano mediante la Fiesta Europea de la Música. La iniciativa desplegó su cuarta edición anual en distintos centros culturales madrileños, convertidos así en cajas resonantes de melodías y armonía que llevaron, también, hasta las calles contiguas.

Al decir de Gloria Collado, directora de la revista Doce Notas, organizadora del evento, "esta Fiesta de la Música se conmemora bajo la impronta de Francia, donde nació en 1982 promovida por el entonces ministro de Cultura del Gobierno galo, Jack Lang". Pero su contenido cobró la universalidad del lenguaje musical con la emoción de sus participantes, entre los que figuraban decenas de niños pertenecientes a escuelas musicales y de danza de localidades como Daganzo, un pueblo de la provincia de Madrid con 6.000 habitantes, de los cuales 600 estudian música y 120 más aguardan en listas de espera para recrearse en su práctica.

"Este pueblo parece una Valencia en pequeñito", comentaba una señora, en referencia a la abundancia de bandas de música en la Comunidad levantina. Valenciano es, por cierto, José María Císcar, director de la banda de Daganzo, que interpretó El trompeta voluntario, de Purcell, con los bellos solos de la jovencísima Nuria de los Reyes en medio de la sala de Columnas del Círculo de Bellas Artes, atestada de público. Tras calurosas ovaciones, la gente allí congregada descendió a la cercana calle de Alcalá, donde era convocada para seguir la interpretación en directo de otros grupos.

Allí, la banda de música de San Sebastián de los Reyes interpretó el pasodoble Paquito el chocolatero, de Pascual Falcó, y La entrada, de Quintín Esquembre, precedidos por Amparito Roca, el pasodoble dedicado por Jaime Teixidor a la dama del mismo nombre que vivió hace cuatro décadas en la calle de Espalter.

Bajo la dirección de Jesús Vioque, los músicos de San Sebastián de los Reyes contaron con la colaboración de Sergio Rosado, intérprete de tuba, y de Carlos Rúa, trompeta, pertenecientes al grupo de metales de la Escuela Municipal de Música Maestro Joaquín Rodrigo, de San Martín de Valdeiglesias, que, al poco, se encaramó en un escenario levantado en plena calle; con los trombones de Ángel L. Zarzalejo y Álvaro López, más las trompetas del precitado Rúa y de David Domínguez, interpretó El cóndor pasa, más Sakura, una pieza tradicional japonesa, y Música para los reales fuegos artificiales, de Georg Friedrich Haendel.

Al poco, y vestidos de negro, los integrantes de la Milwaukee Metal Band, de la Banda Municipal de Música de Pinto, deleitó a los viandantes, que antes habían bailado en plena calle los pasodobles y ahora se recogían para escuchar una memorable interpretación de la marcha Funeral por la reina María, de Purcell.

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Los maestros cantores, de Richard Wagner, fue ejecutado asimismo por este grupo, al que se unió el percusionista José Luis Pérez de Mingo con una tríada de timbales cuya gravedad hacía detenerse a algunos conductores que surcaban, con agradable sorpresa, la ruidosa calle de Alcalá, ayer musicalizada. La fiesta, que mostró además una reluciente exposición de instrumentos de viento de una firma de la localidad valenciana de Mislata, prosiguió en el Círculo hasta la medianoche, en una jornada endulzada desde el atardecer por una brisa suave que mitigó el intenso calor diurno.

Por su parte, Rosa Regás, directora de la Biblioteca Nacional, había pedido en un evento anterior "apoyo para nuestros músicos", a los que invitó a escuchar durante la lectura de un Manifiesto por la diversidad en el Día Europeo de la Música, en la explanada del Centro de Arte Reina Sofía, escenario de un concierto organizado por la FNAC, brindado por The Tears, Love of Lesbian, Son de la Frontera y el Septeto Santiaguero.

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