La OCDE acusa a Francia de falta de control del gasto público y pide reformas

El organismo aconseja a París que cree un contrato de trabajo único para crear empleo

La economía francesa está encallada y las medidas que toma el Ejecutivo no son las adecuadas. El déficit público superará de nuevo este año el límite del 3% que impone el Pacto de Estabilidad, el desempleo se mantendrá en las cifras actuales -por encima del 10%- y el crecimiento no será mayor de un 1,4%, contra el 2,5% previsto inicialmente por el Gobierno. El informe bianual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre Francia, hecho público ayer, critica al Ejecutivo por no controlar el gasto público y le aconseja reducir los costes laborales, establecer un c...

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La economía francesa está encallada y las medidas que toma el Ejecutivo no son las adecuadas. El déficit público superará de nuevo este año el límite del 3% que impone el Pacto de Estabilidad, el desempleo se mantendrá en las cifras actuales -por encima del 10%- y el crecimiento no será mayor de un 1,4%, contra el 2,5% previsto inicialmente por el Gobierno. El informe bianual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre Francia, hecho público ayer, critica al Ejecutivo por no controlar el gasto público y le aconseja reducir los costes laborales, establecer un contrato de trabajo único y realizar un control de quienes perciben las prestaciones de desempleo.

La OCDE constata que el desempleo sigue siendo "irreductiblemente alto" en Francia, lo que confirman las cifras hechas públicas ayer, que fijan la tasa de paro en abril en un 10,2%, la misma que los últimos meses, aunque el informe admite que podría bajar por debajo del 10% en los próximos meses. Hace 20 años que la tasa de paro no baja del 8% en Francia.

Según los economistas de la OCDE, el club de los 35 países más industrializados del mundo, el origen del problema del paro en Francia hay que buscarlo "en la conjunción de medidas concebidas para proteger a los trabajadores", especialmente el salario mínimo "muy alto" y el "rigor de la legislación relativa a la protección del empleo". Esta rigidez, asegura la OCDE, lleva los empresarios a reducir sus contrataciones. Una mejora del funcionamiento del mercado laboral, añade, requiere una reforma del Código de Trabajo, un auténtico tabú para los sindicatos.

En clara contradicción con algunas de las medidas anunciadas por el nuevo Gobierno de Dominique de Villepin, la OCDE critica la proliferación de contratos especiales creados para promocionar el empleo. Este modelo, asegura, es "fuente de complejidad administrativa y no consigue demasiado combatir el desempleo". El informe critica también los contratos temporales porque no desembocan en empleos de larga duración, y propone, "para reforzar al mismo tiempo la flexibilidad y la seguridad del trabajo", la creación de un tipo de contrato único que garantizara una protección en función de la antigüedad y "acompañara a los parados para encontrar nuevos empleos". La OCDE pide también que se endurezcan los requisitos para obtener las prestaciones de desempleo "para quienes no buscan activamente un trabajo o rechazan demasiado a menudo los empleos que se les proponen".

En lo que se refiere al control de la deuda, la OCDE es abiertamente pesimista y asegura que el último programa del Gobierno de Jean Pierre Raffarin "ya carecía de ambición", razón por la que, en un futuro próximo, seguirá en torno al actual 65% del PIB, y no será posible reducirla al 60% fijado en los acuerdos europeos. "Persiste un riesgo de superar un déficit del 3% del PIB este año" y también en 2006, dice el informe. En 2003 hubo un déficit del 4,2% y en 2004, del 3,6%.

El informe bianual de la OCDE sobre Francia constituye una crítica generalizada al llamado modelo francés. Para controlar el gasto público, por ejemplo, la OCDE aconseja reducir la función pública aprovechando jubilaciones. El gasto público supone más del 50% de la economía francesa, uno de los índices más elevados de la OCDE. También critica la escasa apertura de los mercados, la protección de determinadas profesiones en los servicios y la falta de competencia en el comercio minorista.

"Las restricciones a la competencia reducen el crecimiento de la producción y frenan la creación de empleos", dice el informe. El Gobierno, añade, debe "ponderar más el bienestar de los consumidores frente a la oposición de grupos de interés relativamente minoritarios pero muy activos".

Suprimir desgravaciones

El sistema fiscal, añade la OCDE, necesita urgentemente una reforma. Suprimir algunas desgravaciones no muy justificadas, apunta, podría permitir reducir algunos tipos impositivos demasiado elevados que "crean distorsiones económicas". Según el informe, el sistema de recaudación de impuestos y de cotizaciones sociales es excesivamente fragmentado, por lo que recomienda que se instaure la retención en la fuente del impuesto sobre los ingresos y buscar el sistema para "en la medida de lo posible, fusionar los principales dispositivos de recaudación".

En el campo de la sanidad pública, la OCDE considera que el Ejecutivo debe prepararse para "imponer sin tardanza reducciones impopulares" de tarifas de actos médicos o de los derechos de prestaciones para no tener que elevar las cotizaciones.

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