La obra de la nueva terminal en Chamartín obliga a cortar la línea 10 de metro cuatro meses

El proyecto original suponía interrumpir el tráfico durante dos años en la estación

La consejera de Transportes e Infraestructuras, María Dolores de Cospedal, ha corregido el plan inicial de la consejería para afrontar la construcción de la nueva terminal de transportes cercana a la estación de Chamartín. En el proyecto inicial, esta obra entrañaba el corte de la línea 10 de metro (Puerta del Sur-Fuencarral) durante dos años. Ahora, la línea estará cortada sólo cuatro meses (desde el próximo septiembre hasta enero de 2006). Según De Cospedal, se trata "de una de las obras más complejas de esta legislatura, y entrará en funcionamiento en 2007".

El 7 de abril de 2004 el ...

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La consejera de Transportes e Infraestructuras, María Dolores de Cospedal, ha corregido el plan inicial de la consejería para afrontar la construcción de la nueva terminal de transportes cercana a la estación de Chamartín. En el proyecto inicial, esta obra entrañaba el corte de la línea 10 de metro (Puerta del Sur-Fuencarral) durante dos años. Ahora, la línea estará cortada sólo cuatro meses (desde el próximo septiembre hasta enero de 2006). Según De Cospedal, se trata "de una de las obras más complejas de esta legislatura, y entrará en funcionamiento en 2007".

El 7 de abril de 2004 el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y la presidenta regional, Esperanza Aguirre, firmaron un acuerdo por el que ambas administraciones se comprometían a que a principios de 2007 hubiera en la capital seis nuevas terminales (multiestaciones) de transportes. Una de ellas, estaría junto a la estación de Renfe de Chamartín y conectaría los trenes de cercanías y de largo recorrido con el metro y los autobuses.

Una portavoz de la Consejería de Transportes e Infraestructuras asegura que la actual consejera "ha cambiado totalmente el proyecto original para que las molestias a los usuarios se rebajaran lo más posible". Así, las obras tan sólo interrumpirán el paso del metro de la línea 10 entre las estaciones de Plaza de Castilla y Fuencarral durante cuatro meses (del 10 de septiembre al 10 de enero), y no dos años como en un principio tenía proyectada la consejería. La consejera aseguró que se pondrá en funcionamiento una línea de autobuses que unirá estas estaciones, ya que el metro no pasará por las estaciones de Plaza de Castilla, Chamartín Begoña y Fuencarral.

El coste de la nueva terminal será de 93 millones de euros y conectará las líneas 1 y 10 de metro con las líneas C-1, C-7, C-8 y C-10 de Cercanías. Según De Cospedal, las obras se podrán llevar a cabo durante las 24 horas del día puesto que no hay viviendas cercanas a las que se moleste por el ruido, lo que permitirá que la nueva macroestación esté operativa en la primavera de 2007.

Otra de las molestias que la consejera consideró como inevitable, "por motivos de seguridad", supone que el metro pasará por la estación de Chamartín en la línea 10, pero no parará en esta estación durante un periodo estimado entre seis y ocho meses a partir del 1 de julio mientras se acometan las obras.

La nueva terminal se dividirá en cuatro plantas subterráneas en las que además se dejará el terreno preparado para dar servicio a la línea de metro que vaya a los terrenos de la futura Operación Chamartín y la nueva línea circular proyectada por la consejería que, según De Cospedal, "podría contar con una parada en esta macroestación".

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Tanto en el caso de la línea 10 como de la línea 1 de metro, la longitud de los andenes será de 115 metros, por lo que permitirá que por ella pasen convoyes de hasta seis vagones.

La consejera desveló que en la planta superior del intercambiador habrá una estación de autobuses para líneas de largo recorrido e internacionales, que dispondrá de 44 dársenas.

El nuevo intercambiador dará servicio a unos 60.000 viajeros al día y tendrá una superficie de 50.000 metros cuadrados.

El director general de Infraestructuras, Jesús Trabada, precisó que la línea 10 es la más larga, y la que cuenta con más estaciones, por lo que "no invalidarla durante las obras es fundamental". Trabada también aseguró que las obras no supondrán ningún corte de tráfico en las calles próximas a la estación de Chamartín puesto que ya se han terminado los trabajos en la calle de Agustín de Foxá que eran necesarios para comenzar a acometer esta obra.

Cospedal aseguró que el intercambiador se encuadra en un plan de ampliación de las líneas 1 y 4 de metro en su zona norte para unirlas en la nueva estación de Pinar de Chamartín, donde ambas conectarán con el tren ligero que dará servicio a los nuevos barrios de Las Tablas y Sanchinarro.

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