Chaves pide a Marruecos que controle el tráfico de niños

El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, pedirá al ministro del Interior marroquí, Mustafá Sahel, que redoble sus esfuerzos en la lucha contra la inmigración ilegal y sobre todo el paso de menores de edad, como los 33 que fueron interceptados a bordo de una patera el pasado sábado en Motril (Granada).

El portavoz del Ejecutivo andaluz, Enrique Cervera, recordó ayer tras la reunión del Consejo de Gobierno que en su último viaje a Marruecos, el pasado marzo, Chaves pidió a Sahel que se articularan mecanismos para la reagrupación familiar de los menores acogidos por los centr...

El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, pedirá al ministro del Interior marroquí, Mustafá Sahel, que redoble sus esfuerzos en la lucha contra la inmigración ilegal y sobre todo el paso de menores de edad, como los 33 que fueron interceptados a bordo de una patera el pasado sábado en Motril (Granada).

El portavoz del Ejecutivo andaluz, Enrique Cervera, recordó ayer tras la reunión del Consejo de Gobierno que en su último viaje a Marruecos, el pasado marzo, Chaves pidió a Sahel que se articularan mecanismos para la reagrupación familiar de los menores acogidos por los centros sociales de la consejería de Igualdad.

La Junta, según Cervera, está "profundamente preocupada" por el incremento de la llegada de menores, que entran por la costa a razón de 100 a la semana, según afirmó ayer la consejera de Igualdad, Micaela Navarro. De enero a mayo, 445 chavales no acompañados han pasado por esos centros, un 66% más que en 2004.

El Fiscal General del Estado, Cándido Conde-Pumpido, derogó el pasado año una instrucción de su antecesor en el cargo que presumía emancipados a los menores de más de 16 años permitiendo de hecho su inmediata repatriación.El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, dijo ayer en Sevilla que "no se puede afirmar con todo rigor" que todos los marroquíes llegados en la patera del pasado sábado y que fueron trasladados a centros de primera acogida de la Junta fueran menores. Al menos cinco de los 17 inmigrantes que huyeron de esos centros durante el fin de semana, tienen más de 18 años con toda seguridad, según fuentes policiales. La Brigada de Extranjería de Granada ha comprobado que ya estaban fichados por haber intentado entrar en España anteriormente. Esta vez mintieron sobre su edad para evitar una nueva repatriación.

"Son menores porque ellos así se han declarado", afirmó a Efe López Garzón, "pero aún no se ha comprobado mediante la realización oportuna de la prueba ósea". Lo que sí han hecho los agentes es cotejar sus huellas dactilares en sus bases de datos. Gracias a esa gestión han comprobado que entre los desaparecidos estaban cinco mayores de edad devueltos a Marruecos el pasado mes de abril tras un anterior intento de entrada. Otros tres que estaban acogidos en el centro concertado granadino Ciudad de los Niños se marcharon con supuestos parientes que tenían en España, según una fuente policial.

El personal del centro Ángel Ganivet contactó por teléfono durante el fin de semana con los familiares de la mayoría de los niños que permanecen acogidos allí. "Sus padres preguntaron si se encontraban bien después de la travesía, pero ni siquiera se interesaron por el lugar dónde estaban", aseguró la delegada de Igualdad en Granada, Rosario Quesada. Casi todos los internos, según uno de los empleados del centro, procedían de la zona de Beni Melal y la región del Rif. "Vienen de familias rurales con pocos estudios que buscan para sus hijos una vida mejor", aseguran desde la consejería.

Miedo a las pruebas

Igualdad ha denunciado la marcha de los restantes internos. De los 17 marroquíes huidos, siete fueron internados en el Ángel Ganivet, otros siete en el centro Bermúdez de Castro y tres en la Ciudad de los Niños. Fuentes de la consejería aseguran que se marcharon por miedo a las pruebas oseométricas que hubieran desvelado su mayoría de edad. "Muchos de ellos no parecían adolescentes, sino adultos; tenían la barba cerrada", afirmaron desde la Junta. El parlamentario andaluz del PP, Carlos Rojas, aseguró ayer que la fuga podría crear "un efecto llamada".

El puesto de la Cruz Roja del puerto de Motril ha atendido en los cinco primeros meses del año a 92 menores marroquíes, 30 más que en todo 2004, según el presidente de la organización en Granada, Francisco Escribano, que negó que el Servicio Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE), inaugurado por el Gobierno el pasado mes de diciembre, haya tenido un efecto disuasorio para las pateras. En total los servicios sociales de la Junta han acogido en sus centros a 445 menores este año, lo que según el portavoz del Gobierno, Enrique Cervera, supone un incremento del 66% respecto a 2004. La consejera de Igualdad, Micaela Navarro, aseguró el lunes que en estos cinco primeros meses, han llegado de media 100 menores a la semana a las instituciones de su consejería, lo que podría suponer a medio plazo su colapso. La delegada del Gobierno para la Emigración e Inmigración, Consuelo Rumí, propone como solución la apertura de centros de menores en el norte de Marruecos gestionados conjuntamente por España y las autoridades de ese país.

El incremento de menores inmigrantes puede deberse, según el responsable de un centro de acogida andaluz, a que el Gobierno dejó de devolver a finales del año pasado a todos los menores extranjeros de más de 16 años. Una circular del anterior Fiscal General del Estado, Jesús Cardenal, ordenó en octubre de 2003 a los fiscales de menores a considerar emancipados a todos los que superaran de esa edad. Esa disposición permitía de hecho a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado aplicarles el retorno inmediato reservado para los mayores, sin obligarles a buscar a sus familias, como establece la legislación de Extranjería.

Su sucesor en el cargo, Cándido Conde-Pumpido, derogó esa instrucción de Cardenal por considerar que no se ajustaba a la ley ni a los tratados sobre derechos del niño suscritos por España que obligan a velar por el interés superior del menor. El problema, según fuentes policiales, es que Marruecos se niega a permitir la entrada de los menores una vez que la Policía ha determinado su filiación.