EL HOSPITAL DE LEGANÉS

Un comité nombrado por la Consejería de Sanidad

El grupo de expertos que ha estudiado las historias clínicas de los fallecidos en el hospital Severo Ochoa, de Leganés (Madrid) fue nombrado íntegramente por la Consejería de Sanidad. El proyecto de crear una comisión que incorporara especialistas que no estuvieran vinculados a la sanidad madrileña se frustró cuando la Sociedad Española de Cuidados Paliativos y la Organización Médica Colegial rechazaron formar parte del grupo de investigadores. A estas bajas hubo que añadir después la del representante del Colegio de Médicos de Madrid. Esta organización aceptó primero formar parte en la comisi...

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El grupo de expertos que ha estudiado las historias clínicas de los fallecidos en el hospital Severo Ochoa, de Leganés (Madrid) fue nombrado íntegramente por la Consejería de Sanidad. El proyecto de crear una comisión que incorporara especialistas que no estuvieran vinculados a la sanidad madrileña se frustró cuando la Sociedad Española de Cuidados Paliativos y la Organización Médica Colegial rechazaron formar parte del grupo de investigadores. A estas bajas hubo que añadir después la del representante del Colegio de Médicos de Madrid. Esta organización aceptó primero formar parte en la comisión, pero una asamblea de sus colegiados obligó a la presidenta, Juliana Fariñas, a retirarlo para que no "pareciera que se apoyaban" las actuaciones del consejero de Sanidad, Manuel Lamela.

Los profesionales del Severo Ochoa también rechazaron participar desde el principio, "hartos de investigaciones", en referencia a que las supuestas sedaciones irregulares ya habían sido revisadas por la Consejería de Sanidad en 2003 y, a raíz de la última denuncia anónima, en marzo de 2004. La primera vez no se encontró ninguna anomalía; la segunda, se detectaron supuestas irregularidades administrativas en el manejo y custodia de los consentimientos informados. Pero no hubo pruebas de mala praxis.

Tras esta última inspección, Lamela decidió crear su comisión de expertos para revisar otra vez los mismos expedientes. Con las deserciones de los representantes médicos, este grupo, cuya metodología y reuniones se han mantenido en secreto, quedó reducido a seis miembros: tres profesionales del Instituto Madrileño de Salud (Imsalud) y tres pertenecientes directamente al organigrama de la sanidad madrileña. Los seis fueron nombrados por la Consejería. Los tres últimos son el oncólogo del hospital 12 de Octubre de Madrid, Hernán Cortés Funes; el del hospital de La Paz, Manuel González Barón; y el presidente de la Sociedad Española de Anestesiología, Francisco López Timoneda, quien trabaja en el hospital Clínico. González Barón ha publicado que "la eliminación del dolor a toda costa no puede ser norma de la actuación médica". López Timoneda que sólo los anestesistas deben sedar.

De los otros tres sólo se conoce el nombre de una: la presidenta del Comité Asesor de Bioética del consejero, Dolores Crespo. Los otros dos fueron nombrados en secreto "para evitar presiones": uno es presidente de un Comité de Ética Asistencial de un hospital nombrado por la Viceconsejería de Asistencia; y el otro, un inspector médico decidido por la Viceconsejería de Ordenación Sanitaria.