El Gobierno chino flexibilizará la política de cambio del yuan

Los expertos descartan que deje fluctuar libremente su divisa

El Gobierno chino tiene en marcha una doble estrategia para hacer frente a las exigencias estadounidenses de que revalúe su moneda. Si por un lado asegura que no cederá a las presiones y que flexibilizará el yuan, por otro está preparando una decisión, que, según los analistas, consistirá en ampliar la banda de fluctuación -prácticamente inexistente ahora- hasta un máximo del 5% para antes de que acabe el año.

A finales de abril, el gobernador del banco central chino, Zhou Xiaochuan, aseguró que "no es malo que existan fuertes presiones domésticas e internacionales para que haya un camb...

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El Gobierno chino tiene en marcha una doble estrategia para hacer frente a las exigencias estadounidenses de que revalúe su moneda. Si por un lado asegura que no cederá a las presiones y que flexibilizará el yuan, por otro está preparando una decisión, que, según los analistas, consistirá en ampliar la banda de fluctuación -prácticamente inexistente ahora- hasta un máximo del 5% para antes de que acabe el año.

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A finales de abril, el gobernador del banco central chino, Zhou Xiaochuan, aseguró que "no es malo que existan fuertes presiones domésticas e internacionales para que haya un cambio del régimen del yuan o renminbi. Quizás necesitemos acelerar las reformas, o de lo contrario, se acumularán los problemas", dijo.

El mensaje contrasta con las declaraciones efectuadas anteriormente por políticos y funcionarios de alto rango, que rechazaron cualquier reforma mientras la especulación sea alta, y revela que la operación está sobre la mesa del Gobierno.

El propio Zhou ha reconocido que China está preparada para la reforma. Y un paso en este sentido fue la puesta en marcha el pasado miércoles de un nuevo sistema de negociación de divisas, que permite comerciar monedas que no sean el yuan, como el franco suizo frente al dólar o el euro frente al yen.

En medio de esta táctica de paños fríos y calientes, la incógnita ya no es si habrá apreciación del renminbi, sino cuándo. "Prevemos que se producirá este año, mediante una ampliación de la banda de flotación hasta el 3% o el 5%, por arriba y por abajo. Pero no inmediatamente, porque los líderes chinos, aunque son sensibles a las presiones internacionales, tienen que mostrar que no se han plegado a ellas", explica Dong Tao, economista jefe para Asia -excluido Japón- del banco de negocios Crédit Suisse First Boston.

Según un informe de Deutsche Bank, en una primera fase, el margen de oscilación aumentaría al 2%, con el objetivo de fijarlo en el 5% en 12 meses, hasta permitir una apreciación del 15% al 20% en unos tres años.

Yiping Huang, responsable para China de Citigroup, asegura que el país "está listo técnicamente para una flexibilización del tipo de cambio", y vaticina una ampliación de la banda de cotización al 5%, pero cree que ocurrirá en los próximos tres meses. "Si no es así, entonces tendremos que esperar un plazo bastante largo". Goldman Sachs también pronostica una ampliación de la banda al 5%.

China, cuya moneda está ligada al dólar a un cambio fijo de 8,28 por billete verde desde la crisis financiera asiática de finales de los noventa, es objeto desde hace dos años de presiones para que la aprecie. Los fabricantes estadounidenses consideran que el renminbi está infravalorado hasta un 40%, lo que proporciona una ventaja competitiva a las exportaciones del gigante asiático.

Parqué de la Bolsa de valores de Hong Kong, en julio de 2002.REUTERS

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