La bronca del PP obliga a suspender el pleno

El Parlamento andaluz registró ayer, mañana y tarde, uno de los episodios más estridentes de su historia. El lance comenzó cuando al tomar la palabra el presidente de la Junta, Manuel Chaves, los diputados del PP desplegaron de improviso varias pancartas en las que se leía: "Consejo Audiovisual, Chaves, no más cacicadas", en protesta por la representación que tendrá este órgano, que aún no se ha creado. El mandatario andaluz se negó a hablar mientras se exhibiera el "insulto personal". "Esto no es un circo, es un Parlamento, donde radica la soberanía nacional", advirtió.

Con el ruido de...

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El Parlamento andaluz registró ayer, mañana y tarde, uno de los episodios más estridentes de su historia. El lance comenzó cuando al tomar la palabra el presidente de la Junta, Manuel Chaves, los diputados del PP desplegaron de improviso varias pancartas en las que se leía: "Consejo Audiovisual, Chaves, no más cacicadas", en protesta por la representación que tendrá este órgano, que aún no se ha creado. El mandatario andaluz se negó a hablar mientras se exhibiera el "insulto personal". "Esto no es un circo, es un Parlamento, donde radica la soberanía nacional", advirtió.

Con el ruido de fondo de una monumental bronca de los populares -el portavoz del PP, Antonio Sanz, tomó la palabra sin permiso- la presidenta de la Cámara, Mar Moreno, pidió reiteradamente que depusieran su actitud y ordenó a los ujieres que se llevasen los carteles. Los populares se resistieron, llegando incluso a dar tirones de los papeles que intentaban retirar los servicios parlamentarios. Ante esta tesitura, Moreno suspendió el pleno temporalmente.

Al reanudarse la sesión, el momento se tornó aún más peliagudo. La presidenta intentó sin éxito convencer al PP de que ya había conseguido "su efecto mediático". Finalmente, dijo: "Les ruego que abandonen el pleno, si no lo hacen, no tengo método de fuerza para que entren en razón, por lo que suspendo el pleno".

Por la tarde, ya sin carteles, la presidenta de la Cámara andaluza, dijo: "Pueden criticar a esta presidencia, cuestionar mis decisiones e incluso cambiarme, pero no cruzar la raya de la desobediencia a la autoridad de la institución porque aniquilan las reglas de juego".

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