Cartas al director

¿Que se queden sin papeles?

El movimiento por la solidaridad internacional lleva muchos años reivindicando que no podemos pensar que cada país tiene su suerte. Todos conocemos demasiado bien el pasado imperial, colonial y esclavista de Occidente. Y también conocemos demasiado bien su presente de colonialismo financiero a través de las multinacionales, de dominación económica a través de influencias y presiones, de cobro de la deuda externa y de imposición de políticas privatizadoras.

Desde 1971 se reivindica el compromiso incumplido de invertir el 0,7% del PIB en desarrollo. Desde el 1999, el movimiento altergloba...

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El movimiento por la solidaridad internacional lleva muchos años reivindicando que no podemos pensar que cada país tiene su suerte. Todos conocemos demasiado bien el pasado imperial, colonial y esclavista de Occidente. Y también conocemos demasiado bien su presente de colonialismo financiero a través de las multinacionales, de dominación económica a través de influencias y presiones, de cobro de la deuda externa y de imposición de políticas privatizadoras.

Desde 1971 se reivindica el compromiso incumplido de invertir el 0,7% del PIB en desarrollo. Desde el 1999, el movimiento altergloba-lización denuncia la imposición al sur de nefastas políticas neoliberales por parte del BM, del FMI y de la OMC. Desde el 2000 se reivindica masivamente que se cancele la deuda externa de los países empobrecidos, puesto que la deuda inicial ya la han pagado sobradamente, pero sigue vigente debido a haber tenido que pedir nuevos créditos para pagar las antiguas deudas que crecían por los intereses disparados por la subida del dólar en los ochenta.

Mucha gente piensa que ya seestá ayudando lo suficiente a estos países a través de la caridad de las iglesias, las ONG y la cooperación internacional, pero hay que saber que el dinero que nos pagan los países pobres sólo por la deuda externa es siete veces superior al dinero de la cooperación oficial para el desarrollo. Es decir, que nos va bien seguirlos empobreciendo y ¿no aceptamos que los habitantes de estos países también vengan buscando dignidad? Nuestro egoísmo no puede llegar a este grado de insolidaridad... Como mínimo demos papeles a los inmigrantes que ya viven con nosotros y declaremos una "guerra" sin tregua a la pobreza en el mundo. No os creáis que es imposible, sólo hace falta voluntad política. Si se quisiera, en pocos años no tendría que venir la gente por necesidad, sino sólo los que tuvieran ganas.

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