Jornada de protesta en Francia
Los trabajadores de IBM en Francia convocaron ayer una jornada nacional de protesta el próximo 23 de mayo contra los planes de la multinacional norteamericana de eliminar -como mínimo- cerca de un millar de puestos de trabajo en los diferentes centros que tiene en el país.
Fred McNeese, portavoz de IBM en París, no quiso especificar cómo se repartirá el anunciado recorte de 13.000 trabajadores entre los diferentes centros europeos de la compañía.
El pasado mes de abril, la dirección de IBM Francia ya había comunicado al comité de empresa la supresión directa de 769 empleos junto ...
Los trabajadores de IBM en Francia convocaron ayer una jornada nacional de protesta el próximo 23 de mayo contra los planes de la multinacional norteamericana de eliminar -como mínimo- cerca de un millar de puestos de trabajo en los diferentes centros que tiene en el país.
Fred McNeese, portavoz de IBM en París, no quiso especificar cómo se repartirá el anunciado recorte de 13.000 trabajadores entre los diferentes centros europeos de la compañía.
El pasado mes de abril, la dirección de IBM Francia ya había comunicado al comité de empresa la supresión directa de 769 empleos junto a una serie de medidas que elevaban la cifra total de puestos de trabajo perdidos a cerca de un millar. La multinacional informática tiene en Francia una plantilla de 11.181 trabajadores, por lo que la pérdida de empleo se situaría en torno al 9% durante este año.
Además, como parte de la venta a la empresa china Lenovo de la división de ordenadores portátiles, IBM Francia se desprendió a principios de año de 110 puestos de trabajo adicionales.
Según Michel Perraud, miembro del comité de empresa , el traslado a Madrid del Centro de Soporte del Suroeste de Europa, que dará trabajo a 200 personas, no estaba contemplado en el plan que la empresa les comunicó el mes pasado, lo que les hace temer que la reducción de empleo en Francia sea aún mayor.
Según Perraud, la estrategia de IBM pasa también por lo que eufemísticamente la empresa define como "armonizar sus filiales", lo que supondría que los convenios dejarían de realizarse dentro del sector del metal para hacerlo en el de servicios, y los salarios se nivelarían a la baja.