Entrevista:ASUNCIÓN MOYA | Autora del libro "Mujer y discapacidad: una doble discriminación"

"De las mujeres discapacitadas no se habla, no cuentan para nada"

Asunción Moya, de 44 años, profesora titular de la Facultad de Educación de la Universidad de Huelva y doctora en Psicopedagogía, investiga desde hace años el mundo de mujeres con algún tipo de discapacidad. Fruto de esa estrecha vinculación publicó en 2004 el libro titulado Mujer y Discapacidad: Una doble discriminación (Hergué) mediante el que pretende poner al descubierto las situaciones de discriminación y desigualdad que padece este colectivo. "Existe un desconocimiento absoluto de lo que ocurre a estas mujeres. Cuando hablas de mujer con discapacidad se te viene a la mente una dis...

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Asunción Moya, de 44 años, profesora titular de la Facultad de Educación de la Universidad de Huelva y doctora en Psicopedagogía, investiga desde hace años el mundo de mujeres con algún tipo de discapacidad. Fruto de esa estrecha vinculación publicó en 2004 el libro titulado Mujer y Discapacidad: Una doble discriminación (Hergué) mediante el que pretende poner al descubierto las situaciones de discriminación y desigualdad que padece este colectivo. "Existe un desconocimiento absoluto de lo que ocurre a estas mujeres. Cuando hablas de mujer con discapacidad se te viene a la mente una discriminación en el trabajo o las barreras físicas, por ejemplo, pero si se profundiza en el tema percibes que la segregación y la discriminación es más amplia, más sutil", señala.

"Vivimos en la sociedad del éxito, en los textos no aparecen estas personas"

Moya asegura que el contacto directo con estas mujeres le ha ayudado a plantearse situaciones sobre las que nunca antes había reflexionado. "La primera discriminación es su invisibilidad. No se habla de estas mujeres, no aparecen en ningún sitio, no se denuncia su situación". En España existen 3.500.000 personas con alguna discapacidad, un problema que sufren en mayor medida las mujeres, que representan el 58% del total. También en Andalucía se repite esta tendencia: de las 700.000 personas con discapacidad, 411.121 son mujeres (casi el 59%), según los últimos datos de la Federación de Minusválidos Físicos de Huelva (Famhu) y el Instituto de la Mujer de 2003.

Una situación de extrema vulnerabilidad es la de las discapacitadas que sufren malos tratos, a juicio de la profesora. "Cualquier mujer cuando se produce una situación de violencia, la denuncia y acude al Centro de la Mujer, entre otras instancias. Pero ellas ¡cómo van a denunciar a aquellas personas que son sus cuidadores e incluso les dan de comer o ayudan a bañarse!". A partir de su estudio, Asunción Moya ha detectado que en el colectivo se producen también numerosas situaciones de discriminación encubiertas: "Hay situaciones de violencia, que no tienen por qué ser extremas, que están ahí y no se denuncian. Esa violencia en el caso de las mujeres con discapacidad se dan en porcentajes muy elevados". En su opinión, son mujeres "abocadas a una doble discriminación".

En la actualidad no hay datos oficiales de mujeres que sufren algún tipo de violencia, según la Federación de Minusválidos de Huelva que trabaja en estos momentos en un proyecto de investigación para detectar el número de personas con discapacidad que padecen malos tratos, que ha promovido el Instituto Andaluz de la Mujer.

Uno de los ámbitos en los que también se producen discriminaciones para las discapacitadas, sobre el que apenas se repara a nivel general, es el de la salud. "Estas mujeres me plantearon situaciones en las que no te paras a pensar hasta que no convives con ellas, como por ejemplo cómo se realiza una revisión ginecológica o una mamografía una mujer que va en silla de ruedas", expuso.

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Asunción Moya considera que "se está haciendo poco" por facilitar la movilidad de de las discapacitadas. "Hay que realizar mayores esfuerzos sanitarios, educativos, legislativos porque estas mujeres son ciudadanas invisibles y ésa es hoy por hoy la mayor crueldad que se puede dar hacia ellas, la invisibilidad a la que la sociedad las tiene sometidas, no se habla de ellas, no cuentan para nada".

La profesora incidió en la importancia de la educación para combatir la desigualdad y la discriminación: "Es fundamental trabajar desde la prevención y desde la formación en los centros educativos, desde la escuela, para que estas situaciones no se sigan dando".

Moya dirige un proyecto de prevención de la violencia en la Universidad de Huelva enmarcado en el ámbito educativo. En la actualidad, están elaborando materiales para trabajar en la educación para la igualdad enfocado hacia las personas con discapacidad, una tarea laboriosa: "Nos está costando trabajo porque estamos imbuidos en una cultura complicada para trabajar estos temas, vivimos en una sociedad del éxito, de la juventud y la belleza y las personas que trabajen en esto tienen que partir de otros valores distintos. En los libros de texto difícilmente aparecen estas personas".

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