OPINIÓN DEL LECTOR

Letras libres

Se oye a menudo hablar de normalización en los últimos meses. Muchos deseamos que verdaderamente se establezca una normalidad democrática en las relaciones políticas de nuestro pequeño país. Para ello sería realmente importante que diéramos un paso entre todos en favor de la libertad de expresión, especialmente cuando hoy celebramos el día de la libertad de prensa. No resulta en absoluto normal, que en el lapso de unos años dos periódicos se hayan clausurado, sin más culpabilidad que unos indicios que, de momento, no han podido demostrar nada punible. Es muy grave que se cierren dos rotativos ...

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Se oye a menudo hablar de normalización en los últimos meses. Muchos deseamos que verdaderamente se establezca una normalidad democrática en las relaciones políticas de nuestro pequeño país. Para ello sería realmente importante que diéramos un paso entre todos en favor de la libertad de expresión, especialmente cuando hoy celebramos el día de la libertad de prensa. No resulta en absoluto normal, que en el lapso de unos años dos periódicos se hayan clausurado, sin más culpabilidad que unos indicios que, de momento, no han podido demostrar nada punible. Es muy grave que se cierren dos rotativos y no se ofrezca mayores explicaciones. Desde Gesto por la Paz hemos solicitado reiteradamente que se resuelva este asunto cuanto antes, en especial el caso de Egunkaria, pues a la gravedad de las imputaciones no le ha seguido una investigación aclaratoria. Lamentablemente, se puede afirmar sin apenas riesgo que ya nunca se podrá reabrir dicho diario tras dos largos años de clausura, que ya más bien parece una sentencia que un cierre provisional.

Y ya que mencionamos la libertad de expresión, no podemos olvidar la situación de amenaza y acoso bajo la que vive una gran parte de los periodistas vascos. ETA nunca ha sido amiga de la libertad, y en consecuencia, la libre expresión siempre le ha quedado excesivamente grande, de tal guisa que la amenaza y el asesinato han sido su inefable modo de coacción. Rompamos todos y todas una lanza en favor de la libertad de expresión y levantemos una pluma que trabaje para siempre sin amenazas.

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