La Filmoteca de Cataluña dedica un ciclo al productor alemán Artur Brauner

La Filmoteca de Cataluña y el Instituto Goethe de Barcelona han organizado el ciclo Artur Brauner: películas contra el olvido, una selección de largometrajes que se proyectarán entre hoy y el 15 de mayo, coincidiendo con el 60º aniversario del final de la II Guerra Mundial. El ciclo incluirá 10 producciones de Artur Brauner (Lodz, 1918), entre las que se encuentran películas de directores alemanes, del director húngaro István Szabó y de los polacos Andrej Wajda y Agnieszka Holland. La Filmoteca acogerá el ciclo, en el que destacan Europa, Europa; Amarga cosecha, y ...

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La Filmoteca de Cataluña y el Instituto Goethe de Barcelona han organizado el ciclo Artur Brauner: películas contra el olvido, una selección de largometrajes que se proyectarán entre hoy y el 15 de mayo, coincidiendo con el 60º aniversario del final de la II Guerra Mundial. El ciclo incluirá 10 producciones de Artur Brauner (Lodz, 1918), entre las que se encuentran películas de directores alemanes, del director húngaro István Szabó y de los polacos Andrej Wajda y Agnieszka Holland. La Filmoteca acogerá el ciclo, en el que destacan Europa, Europa; Amarga cosecha, y Hanuseen, estas dos últimas candidatas al Oscar en 1986 y 1989, respectivamente.

Perseguido por el régimen nazi durante la guerra, Artur Brauner comenzó su carrera cinematográfica en 1946. Fundó su propia empresa cinematográfica, la Central Cinema Company, y a finales de 1947 comenzó el rodaje de Morituri. La película, que abrirá el ciclo de la Filmoteca, narra la historia de un grupo de prisioneros que huyen de un campo de concentración con la ayuda de un médico y pretendía ser un homenaje a los perseguidos por el régimen nacionalsocialista alemán. Brauner estaba convencido de que el público dispensaría una gran acogida a la película, pero los espectadores alemanes no estaban todavía preparados para una introspección crítica y la rechazaron. Con el convencimiento de que el cine "no es un foro para superar el pasado", Brauner no volvió a tocar un tema similar hasta 1963 y se dedicó por entero a ganar dinero mediante la producción de cine de entretenimiento. Pero el cambio de ambiente sociopolítico en Alemania y el acicate de los jóvenes creadores, que le criticaban duramente, hicieron que Brauner volviera a producir películas sobre el nazismo.

A finales de los ochenta, Brauner produjo Europa, Europa, pero a pesar del gran éxito que cosechó la película, no obtuvo el permiso para participar en los Oscar. El productor y la directora de la película, Agnieszka Holland, no aceptaron de buen grado la negativa y se inició un polémico debate sobre la la pertinencia de tratar el holocausto recurriendo a componentes melodramáticos o cómicos. Finalmente la película fue galardonada con el Golden Globe.

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