"Málaga establece la salud del cine"

A Salomón Castiel, director de del Festival de Málaga, las cifras le acompañan. Los espectadores continúan creciendo cada nueva edición, y ya son 60.000 los que han llenado las salas, además de 50.000 que acudieron a conciertos, debates y exposiciones. Pese a este aumento del 10% en el público, la crítica ha estimado que el nivel de las películas ha descendido en esta octava edición. Castiel se escuda en que el festival muestra la cosecha de cada año. Plantea que no tiene escapatoria, que no hay más títulos donde elegir en una producción nacional de capa caída, y cuya cuota de pantalla ha desc...

A Salomón Castiel, director de del Festival de Málaga, las cifras le acompañan. Los espectadores continúan creciendo cada nueva edición, y ya son 60.000 los que han llenado las salas, además de 50.000 que acudieron a conciertos, debates y exposiciones. Pese a este aumento del 10% en el público, la crítica ha estimado que el nivel de las películas ha descendido en esta octava edición. Castiel se escuda en que el festival muestra la cosecha de cada año. Plantea que no tiene escapatoria, que no hay más títulos donde elegir en una producción nacional de capa caída, y cuya cuota de pantalla ha descendido este primer trimestre hasta el 7,4 %.

Pregunta. La reducción de los títulos a concurso han marcado esta edición.

"Debemos implicar más a la distribución y la exhibición con el festival"

"Crecemos en casi todos los aspectos: invitados, periodistas, mercados..."

Respuesta. El motivo para reducir la sección a competición ha sido una cuestión de utilidad al sector. Otros años se producía una especie de atasco y colapso en taquilla, y las películas no tenían un recorrido comercial digno.

P. ¿Está satisfecho tras hacer balance de la edición?

R. El festival ha cumplido porque ha traído lo mejor de lo que estaba rodado y montado. Somos un observatorio privilegiado y hacemos esa selección acorde con lo que se produce. Málaga está condicionada por la calidad de la cosecha, y hasta tres películas estaban comprometidas para venir, pero finalmente han tenido unas postproducciones tremendamente complejas y no han estado listas a tiempo. Vamos de la mano del estado de salud de nuestro cine

P. ¿Qué novedades destaca de estos ocho días?

R. El afán innovador, centrado fundamentalmente en los nuevos mercados como el Art Tv y el Tv Market. Hemos ampliado nuestro radio de acción y ahí se han desarrollado dos nuevos mercados que completan el abanico del audiovisual español. Además, hemos crecido en casi todos los aspectos. Los invitados fueron 1.800, un 20% más, tuvimos más de 800 periodistas acreditados, y en el mercado de documentales por ejemplo hemos tenido 87 compradores y se han visto unos mil documentales.

P. ¿Continuarán desarrollando la apuesta por los mercados?

R. Uno de los puntos fuertes de Málaga son sus mercados, y nosotros queremos ser el mercado de la industria audiovisual española. Tocando la televisión y la videocreación hemos pulsado los últimos palos que restaban al audiovisual. La prueba de su importancia está en la involucración de organismos como la Junta y los productores asociados en FAPAE.

P. ¿Hacia dónde se encamina el festival y cómo serán sus próximas propuestas?

R. En los próximos años creceremos en el terreno latinoamericano. Estamos colaborando con festivales como Pinamar en Argentina porque queremos recoger el escaparate de producciones latinas inéditas en España. No queremos ser latinoamericanos, sólo pretendemos enriquecer y potenciar el territorio latino con la presencia de directores latinoamericanos que vengan a Málaga.

P. ¿Está de acuerdo en que el público malagueño es muy agradecido?

R. Bueno, ése es un terreno pantanoso. Yo creo que el público del sur es cálido... y Málaga demuestra que el cine español arropado y vendido, funciona. La promoción es fundamental para lograr éxitos. El festival ha puesto un producto arropado y bien vendido, y así el público responde. Tenemos hasta las salas de documentales llenas. Todo esto demuestra que el cine español no atraviesa una crisis de creación, sino que para vender el cine nacional hay que vestirlo y entonces la gente responde. Si el cine tiene una promoción adecuada, podrá competir con Hollywood de tú a tú.

P. ¿No cree que la exhibición de determinados títulos restan crédito al festival por su cuestionable calidad?

R. No hemos montado el festival diciendo "llegaremos a 11 películas sean las que sean", y estamos tranquilos y convencidos de que lo que hemos traído es la realidad del cine español. Seleccionamos en relación a la calidad de lo que vemos, pero el gusto de público y crítica siempre difieren.

P. ¿Qué luz aporta Málaga a la crisis actual?

R. Pues es un observatorio privilegiado para establecer la salud del cine. Hemos conseguido estar muy arriba antes de lo que pensábamos, y la ciudad aporta unas bases para hacerle un chequeo al cine. El festival trata de sentar a la industria para ver el estado de la situación, y ese poder de convocatoria está más que demostrado.

P. ¿Y por qué en esa convocatoria la presencia del Instituto del Cine es casi testimonial?

R. Estoy totalmente de acuerdo, pero habría que preguntarle al lCAA. Me he reunido con ellos y no me han dado ninguna razón para dejar de aumentar la aportación económica. Desconozco por qué la aportación es menor que en festivales como Valladolid o Gijón. Francamente no lo entiendo. Me imagino que el nuevo director del Instituto, Fernando Lara, reflexionará su aportación de cara al año que viene.

P. ¿Han logrado el propósito de involucrar al tejido empresarial local?

R. Hemos conseguido implicar a la ciudad cada vez más, pero el tejido empresarial lo vamos consiguiendo poco a poco. La cantidad económica generada por el festival ronda los 2.800.000 euros, entre hoteles, restaurantes y transportes. Ahora por ejemplo en los hoteles también es temporada alta el festival, además de la Semana Santa y feria. Siempre será útil para la ciudad que el número de periodistas acreditados crezca un 33%.

P. ¿Qué puede adelantar de las apuestas para la próxima edición?

R. Los conciertos de música se han montado para conseguir que Málaga sea el escaparate de las discográficas independientes. El refuerzo del territorio latino, y potenciar los mercados de televisión y videocreación, ha logrado situar a empresas como telefonías, galerías de arte y televisiones que no sabían dónde comprar píldoras de imágenes para cortinillas. De todos modos, el esqueleto seguirá siendo la sección oficial, y si la cosecha es buena tendremos un buen festival.

P. ¿Seguirá la gestión del festival en manos del Ayuntamiento?

R. Sí, pero hay novedades. El mes que viene crearemos la sociedad anónima, de capital municipal, Festival de Cine de Málaga e Iniciativas Audiovisuales, y que gestionará toda la actividad audiovisual generada por el Ayuntamiento de Málaga. En el consejo de administración de esta empresa está la Consejería de Cultura y organismos como la FAPAE de los productores, EGEDA, y los grupos políticos del Ayuntamiento de Málaga. Va a haber una gestión más municipal de la que había hasta ahora, que iba a través de Promálaga junto a otras empresas. Ahora el audiovisual pasa a ser una empresa independiente

P. ¿Se invertirá en su opinión la tendencia a la baja del cine nacional?

R. El 80 % de las taquillas españolas lo seguirán haciendo cinco películas, y las productoras seguirán tirando de la promoción de Málaga, porque se sigue invirtiendo poco en promoción.

P. Después de ocho ediciones, ¿no es un poco tarde para la implicación de la Junta?

R. Me gustaría matizar que la Junta ha estado con nosotros desde el primer año, y la que ha estado ausente es la Consejería de Cultura. A través de RTVA estaba Presidencia en los mercados, y también hemos tenido a las consejerías de Turismo y Economía.

P. Haga un ejercicio de autocrítica y dígame en qué debe mejorar la próxima edición.

R. Debemos implicar más a la distribución y la exhibición con el festival, tal y como ya ocurre con la producción. Las majors, que distribuyen cine español, podrían estar más presentes aún.