Reportaje:

Autoescuelas en dirección prohibida

Cinco de los centros clausurados en Sevilla ya habían sido denunciados como "ilegales" por el propio gremio

Vía Rápida. El nombre de esta cadena de ocho autoescuelas sevillanas es claro. "Nos apuntamos porque garantizaban el aprobado del examen teórico en poco tiempo", dice Daniel Garrote. El estudiante de 22 años se matriculó el 8 de abril con su compañero Álvaro Bazán. El día 11 de mayo iban a examinarse. Ahora no saben cuándo lo harán. El pasado jueves su autoescuela fue acusada de fraude en el marco de una operación de la Guardia Civil. No está sola. En la misma operación, los agentes clausuraron más de 100 centros en toda España; 19 en Andalucía; 14 sólo en Sevilla; de éstos, seis son de la fir...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Vía Rápida. El nombre de esta cadena de ocho autoescuelas sevillanas es claro. "Nos apuntamos porque garantizaban el aprobado del examen teórico en poco tiempo", dice Daniel Garrote. El estudiante de 22 años se matriculó el 8 de abril con su compañero Álvaro Bazán. El día 11 de mayo iban a examinarse. Ahora no saben cuándo lo harán. El pasado jueves su autoescuela fue acusada de fraude en el marco de una operación de la Guardia Civil. No está sola. En la misma operación, los agentes clausuraron más de 100 centros en toda España; 19 en Andalucía; 14 sólo en Sevilla; de éstos, seis son de la firma Velasco y ocho de Vía Rápida; cinco de sus responsables fueron detenidos.

Las academias están acusadas de facilitar las respuestas de las pruebas teóricas a través del teléfono móvil o, en otros casos, de ofrecer los mismos exámenes que se iban a realizar oficialmente justo antes de que tuviesen lugar. Previo pago de entre 1.200 y 3.000 euros. El presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Sevilla, Julio Llamas, recuerda que desde su asociación se habían denunciado irregularidades tales como que cinco de las academias Vía Rápida estuviesen abiertas de forma ilegal.

Daniel y Álvaro se acercaron el jueves a la autoescuela que Vía Rápida tiene en la avenida de Miraflores para hacer sus tests. La encontraron cerrada. "Por obras", les dijo uno de los profesores. Esa noche escucharon la noticia de la operación policial por televisión y "no nos lo podíamos creer", recuerda Álvaro. Él y Daniel volvieron a acercarse ayer a la oficina. Indignados, querían que les devolviesen los 80 euros que habían pagado cada uno por las tasas de Tráfico. "Pero parece que ya se ha adelantado alguien", dice Daniel mirando la puerta reventada de las oficinas de la autoescuela. La secretaria de una oficina del mismo inmueble afirma que el jueves, antes de que la policía precintase la puerta, varios individuos la forzaron y de allí se "llevaron cosas".

Daniel y Álvaro aclaran que cuando se matricularon en la autoescuela no sabían nada del sistema fraudulento. Sus amigos del barrio -las Tres Mil Viviendas- les dijeron que allí se conseguía superar los exámenes teóricos en poco tiempo. "A cambio de pagar 560 euros una vez que se confirmase el aprobado", apunta Daniel. Los alumnos que ya pagaron esta cifra son los que tienen un verdadero problema. La Federación Andaluza de Consumidores y Usuarios en Acción (FACUA) pidió ayer a los usuarios que, si el cierre continúa y el dinero que abonaron no se les devuelve, denuncien la situación a las administraciones competentes de consumo. Pero la FACUA también reconoció que los afectados van a encontrar una "enorme dificultad para recuperarlo".

Edeleweiss Durán y Ángeles Castilla, ambas de 19 años y vecinas de Pío XII, también se sintieron atraídas por la brevedad prometida en Vía Rápida. Todavía no se habían presentado al teórico. "El sistema de estudios era intensivo. Tenías que estar cuatro o cinco horas diarias haciendo tests", dice Ángeles. Según los jóvenes, las tres aulas de la autoescuela de Miraflores estaban abarrotadas, "en una de ellas llegábamos a entrar hasta 60". Otra estudiante sí había oído rumores acerca de que la autoescuela ofrecía las mismas pruebas teóricas que los alumnos iban a realizar justo antes de que empezasen: "Dicen que lo hacían en el autobús que la autoescuela fletaba para desplazar a sus alumnos al lugar del examen".

Para Julio Llamas, el verdadero fraude no es tanto el de los chivatazos por teléfono móvil, que no cree que fuese tan "fácil", sino el sistema de estudios del que ese tipo de autoescuelas hace alarde. "No se puede aprender únicamente rellenando tests durante horas y días. Es necesaria una enseñanza teórica completa. Porque sino, pasa lo que pasa, y los jóvenes terminan circulando sin conocer las normas y muriendo en la carretera".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En