Reportaje:Llibert Fortuny | MÚSICA

"Traspasamos a las máquinas nuestros sentimientos"

Cuando el río suena, agua lleva", afirma el saber popular y en cosas de jazz (o de otras músicas no sometidas a la dictadura de la industria) suele ser cierto. Desde hace un par de años el nombre de Llibert Fortuny es el más repetido en el mundillo del jazz barcelonés y no es casualidad. Cada día el saxofonista deja nuevas muestras de que no se equivocan los que le señalan con el dedo. La última de esas sorprendentes y reconfortantes realidades es el CD Revolts que Nuevos Medios acaba de editar.

"Mi primer disco apareció con año y medio de retraso, y cuando salió yo ya estaba hac...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Cuando el río suena, agua lleva", afirma el saber popular y en cosas de jazz (o de otras músicas no sometidas a la dictadura de la industria) suele ser cierto. Desde hace un par de años el nombre de Llibert Fortuny es el más repetido en el mundillo del jazz barcelonés y no es casualidad. Cada día el saxofonista deja nuevas muestras de que no se equivocan los que le señalan con el dedo. La última de esas sorprendentes y reconfortantes realidades es el CD Revolts que Nuevos Medios acaba de editar.

"Mi primer disco apareció con año y medio de retraso, y cuando salió yo ya estaba haciendo un tipo de música diferente", recuerda Llibert Fortuny. "Era un disco acústico y yo no podía quedarme plantado esperando que saliera". Esa decisión sentó las bases de su grupo eléctrico con el que grabó Revolts hace sólo cuatro meses. "La época acústica se acabó. La electrónica es un paso adelante, una evolución. Siempre es necesario evolucionar pero no me preocupa el futuro: a lo mejor dentro de un año grabo un disco en solitario tocando baladas, ¿por qué no?".

Llibert Fortuny (Las Pal

mas, 1977) cursó sus estudios en Cerdanyola, cerca de Barcelona, para completarlos en el Conservatorio de Manresa y posteriormente en el prestigioso Berklee College of Music de Boston donde concluyó con un suma cum laude en 2001. De regreso a Barcelona todo ha ido cuesta abajo y en menos de tres años ha pasado de promesa a consolidarse como la más sólida realidad de un panorama en expansión. "Cuando me fui a Estados Unidos aquí no se podía estudiar grado superior de música, en cambio ahora sí. Las cosas han cambiado: ya no es imprescindible irse para aprender. Y se nota porque cada vez hay más músicos con proyectos más interesantes. Lástima que la industria discográfica está de capa caída y muchos grupos con buenas ideas no tienen donde grabar. Vivimos un tiempo de impasse y tendremos que acostumbrarnos a algo nuevo. Yo veo muy interesante la venta de canciones por Internet, por ejemplo".

Pocos grupos peninsulares se han sumido tan de pleno en la utilización de la electrónica como el de Fortuny. "La electrónica es un instrumento muy difícil, has de perder muchas horas. Los ordenadores son buenos dependiendo del uso que les dés. Teclistas que sólo disparan secuencias están engañando a la gente. Nosotros jugamos con la tecnología para ampliar nuestro registro y el público puede ver lo que estamos haciendo. Traspasamos a las máquinas nuestros sentimientos, ellas sólo repiten lo que les mandamos. Éste es un uso positivo y no hay que preocuparse por los instrumentos acústicos: siempre estarán ahí, seguirán sonando increíblemente bien y será superromántico escucharlos".

Llibert Fortuny presenta esta noche su nuevo disco en la Universidad Politécnica de Madrid dentro de sus X Jornadas de Jazz.

El saxofonista catalán Llibert Fortuny.JOAN SÁNCHEZ

Archivado En