CARTA ABIERTA DE UNA VÍCTIMA DEL TERRORISMO AL FUTURO 'LEHENDAKARI' | Elecciones en el PaísVasco

"Sólo le pido que sea honesto. Sólo eso"

Salgo poco de casa, lehendakari, justo por el barrio donde vivo. Pasé muchos años en Hernani, pero un día mis hijos me trajeron a vivir a San Sebastián. Yo creí que era porque sabían lo que sufría cuando iba a la compra y algunas mujeres se callaban. O por lo del borracho que me insultó porque no se atrevía, por delante, con mis hijos.

Salgo poco de casa, por la falta de salud, y por la edad y por la pena, pero tengo que dar de comer a mi nieto mayor muchos días porque no estudia en su pueblo, sino en San Sebastián. No estudia en su pueblo, lehendakari, para evitar que lo ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Salgo poco de casa, lehendakari, justo por el barrio donde vivo. Pasé muchos años en Hernani, pero un día mis hijos me trajeron a vivir a San Sebastián. Yo creí que era porque sabían lo que sufría cuando iba a la compra y algunas mujeres se callaban. O por lo del borracho que me insultó porque no se atrevía, por delante, con mis hijos.

Salgo poco de casa, por la falta de salud, y por la edad y por la pena, pero tengo que dar de comer a mi nieto mayor muchos días porque no estudia en su pueblo, sino en San Sebastián. No estudia en su pueblo, lehendakari, para evitar que lo maltraten los que odiaban a su padre. Y tengo que recoger a mis nietas del colegio todos los días, lehendakari, porque mi hija no puede. No sé si entiende, lehendakari, que he sido una buena ciudadana que no ha dejado de votar ni una sola vez desde que pude y que no he hecho daño a nadie, ni yo ni los míos.

No voy a misa, lehendakari, y rezo como puedo, pero recuerdo siempre las enseñanzas de Jesús. Y recuerdo muchas veces que Jesús sacó a latigazos a los fariseos del templo porque escuchó palabras sin moral que igualan a los asesinos y a los que mataron a mi hijo y a sus amigos como a perros. Pienso esto cuando la Iglesia habla del sufrimiento de los familiares de los asesinos sin considerar que no suelen rechazar el daño causado por los asesinos, ni la locura que los llevó a matar.

Por eso le escribo, porque, si es usted quien presiento, quisiera que usted sintiera que hay cosas más importantes que seguir en el poder. Es una fantasía pensar que ustedes van a dejar de creerse los dueños y señores de nuestra tierra. Y que van a hacer examen de conciencia por tanto que hemos sufrido mientras ustedes se mantenían tranquilos, porque no sentían que iba con ustedes la cosa. Y que tendrán propósito de enmienda y confesión de boca, y luego satisfacción de obra a todos los que han ofendido por conseguir unos votos del mundo de ETA que se cae en pedazos. Y que se cae a pedazos gracias al Gobierno de Madrid, no al suyo.

De niña, lehendakari, tuve que salir de casa y de esta tierra, siguiendo al frente del Norte, en la Guerra Civil. Con cinco años no fui a la escuela, sino a recoger aceitunas en Barcelona, para poder comer. Muchos años después vi en ETB un reportaje de autobombo sobre cómo el Gobierno vasco cuidó a los niños entonces y los escolarizó. Tampoco entonces se preocuparon de gente como yo, lehendakari. A mis hermanos y a mí, hijos de socialista, no nos tocó ni escuela, ni uniforme, ni comida caliente. Ahora le pediría menos palabras para quedar bien, sólo le pido que sea honesto. Sólo eso.

Pilar Ruiz Albisu es madre de Joseba Pagazaurtundua, militante socialista y jefe de la Policía Municipal de Andoain, asesinado por ETA el 8 de febrero de 2003.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En