Elecciones en el PaísVasco

El PNV admite que la movilización es menor y pide "no dormirse"

Ibarretxe e Imaz creen que el 'efecto EHAK' dejará una situación muy similar a la actual

El PNV admite que la movilización de su electorado es menor que en las pasadas autonómicas de 2001 y que el efecto EHAK puede dificultar la mayoría absoluta del tripartito (PNV, EA y EB). "No hay tanta tensión. Por eso no nos podemos dormir en los laureles", confiesa su presidente, Josu Jon Imaz, pero es que los 38 escaños que suman esa mayoría nunca estuvieron cerca, apostilla. El lehendakari, Ibarretxe, cree que la presencia de EHAK dejará una situación similar a la actual. "Ese mundo no es una variable", señala.

"La campaña no es la misma. No hay tanta tensión. La socie...

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El PNV admite que la movilización de su electorado es menor que en las pasadas autonómicas de 2001 y que el efecto EHAK puede dificultar la mayoría absoluta del tripartito (PNV, EA y EB). "No hay tanta tensión. Por eso no nos podemos dormir en los laureles", confiesa su presidente, Josu Jon Imaz, pero es que los 38 escaños que suman esa mayoría nunca estuvieron cerca, apostilla. El lehendakari, Ibarretxe, cree que la presencia de EHAK dejará una situación similar a la actual. "Ese mundo no es una variable", señala.

"La campaña no es la misma. No hay tanta tensión. La sociedad está más normalizada que hace cuatro años, más calmada", reconoce Imaz. Precisamente por eso, insiste: "No nos podemos dormir en los laureles, porque Patxi López puede hacer mucho surf en la campaña y tener posiciones menos duras que el PSE de hace cuatro años, pero, al final, si puede, formará gobierno con el PP, como han hecho en Álava".

El lehendakari, que ayer comentó sus impresiones con los periodistas que siguen su campaña, reconoce que en 2001 los militantes se le acercaban en los mítines con ansiedad por la posibilidad real de que el PNV perdiese el poder. Ahora, sólo le preguntan "por el proyecto", esto es, si habrá consulta, si su plan finalmente podrá ser negociado. "Es evidente que una participación del 80%, como en 2001, es casi imposible de repetir, porque no se da en ningún lugar de nuestro entorno, pero creo que será alta", asevera.

En privado, los dirigentes nacionalistas, que ayer mantuvieron en Sabin Etxea, la sede central del PNV, una reunión con Josep Antoni Duran i Lleida, presidente de Unió, admiten que la apuesta de Batasuna por pedir el voto para EHAK introduce una incógnita que dificulta la mayoría absoluta del tripartito, aunque ya la veían lejos antes de ello.

Ibarretxe asegura que el voto del mundo de Batasuna "no es una variable". "Una gente que es capaz de colocar 120.000 votos nulos, como hizo en las generales [del 14-M], no es variable", insiste. Por eso cree que habrá que hablar con ellos "estén o no en el Parlamento, se llamen Batasuna o EHAK", señala dando a entender que, para él, suponen lo mismo.

De hecho, cuando se le pregunta si tras las elecciones se reunirá con Batasuna o con EHAK, el lehendakari hace un simple gesto de que todos son lo mismo. Ni siquiera cree que haya un 20% de indecisos. "Lo que pasa es que la gente no quiere decir su voto, pero Euskadi es probablemente una de las sociedades con el voto más decidido del mundo. La mayoría de gente lo tiene muy claro desde hace mucho tiempo. Esto cambia muy poco, ni siquiera por el efecto Zapatero. Ya tuvimos efecto Suárez, González y Aznar y siempre ganó el nacionalismo", sentencia. Por eso él va a su ritmo, sin entrar a discutir con PSE y PP. "Es como en ciclismo; el líder marca el ritmo sin mirar a los demás", bromea.

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La previsión de la dirección del PNV es, por tanto, que la situación parlamentaria cambie muy poco, pero confía en que sea entonces cuando el talante de Zapatero salga a relucir y se pueda negociar un nuevo estatuto. En cualquier caso, tanto Imaz como Ibarretxe ven mejor que Batasuna, de alguna manera, tenga presencia en el Parlamento. "Hay que dar un cauce de expresión a ese mundo, porque, si no, se debilita la posición de los que están apostando por la vía institucional. Es lo que decía el Pacto de Ajuria Enea", concluye Imaz.

Juan José Ibarretxe, durante un recorrido en barco por la ría de Bilbao, hablando de medio ambiente.GORKA LEJARCEGI

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