Soler admite que el Valencia enjugará su deuda de 120 millones con un "pelotazo" en Riba-roja

El presidente presenta un informe ambiental de una empresa que le recomendó Territorio

El presidente del Valencia, Juan Soler, reconoció ayer que en junio enjugará gracias a un "pelotazo" urbanístico la deuda de 120 millones de euros del club, del que su familia posee un 40%. Para ello, deberá obtener la recalificación de 1.651.650 metros de suelo rústico de Riba-roja en urbanizable, previa aprobación del ayuntamiento y de la Consejería de Territorio. Con ambas entidades ha llegado a un acuerdo Soler, que ayer presentó un informe ambiental sobre la zona, el valle de Porxinos, de una empresa que le recomendaron "en Consejería". Allí se harán 3.500 viviendas y una ciudad deportiva...

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El presidente del Valencia, Juan Soler, reconoció ayer que en junio enjugará gracias a un "pelotazo" urbanístico la deuda de 120 millones de euros del club, del que su familia posee un 40%. Para ello, deberá obtener la recalificación de 1.651.650 metros de suelo rústico de Riba-roja en urbanizable, previa aprobación del ayuntamiento y de la Consejería de Territorio. Con ambas entidades ha llegado a un acuerdo Soler, que ayer presentó un informe ambiental sobre la zona, el valle de Porxinos, de una empresa que le recomendaron "en Consejería". Allí se harán 3.500 viviendas y una ciudad deportiva.

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El presidente Soler empezó a comprar los terrenos -campos de naranjos- el 22 de septiembre a través de su empresa Litoral del Este SL, para después, el 13 de octubre, vender todas las acciones de esta empresa al Valencia CF. Antes, pidió un préstamo al banco de Valencia por 6,5 millones con un aval personal. Soler recurrió a la historia reciente del club para explicar la operación: "Ros Casares [ex presidente del Valencia en los 70] compró Paterna, y se generaron unas plusvalías y una especulación del suelo en las urbanizaciones de alrededor. Pues bien, queremos que ese dinero repercuta en el Valencia". "Yo", añadió, "si fuera médico, inventaría una vacuna, pero como soy promotor pensé que debía ayudar al club en lo que conozco". En junio pasado se puso en marcha. Miró en Paterna y en La Pobla de Vallbona, pero encontró el terreno despejado en Riba-roja, tras la predisposición del alcalde, Francisco Tarazona, del PP, y el consejero de Territorio y Vivienda, Rafael Blasco, que ya intercedió para la compra de acciones de Soler a Paco Roig en el Valencia. Unas acciones, por cierto, compradas cada una a 600 euros, y que se revalorizarán mucho si el club borra su deuda.

Aconsejado por la Consejería, Soler solicitó a la empresa Vaersa un informe ambiental que ha resultado "favorable". "La agresión se produjo al convertir el monte bajo en naranjos, no ahora, cuando se transformen los campos en urbanizaciones. Actuamos sobre naranjos, no sobre bosque. No tocamos ni un pino", dijo el dirigente.

Del suelo urbanizable, el Valencia destinará 165.000 metros cuadrados a zona verde, además de "la cesión voluntaria" de otros 368.000. "En dos meses se aprobará en el municipio y, desde enero, la Consejería está trabajando en la elaboración de los informes". Es necesario el visto bueno de todos los concejales populares de Riba-roja (9), puesto que el grupo socialista e Izquierda Unida (suman 8), votarán en contra.

La ciudad deportiva, destinada al primer equipo, ocupará 220.000 metros, mucho más que la actual, la de Paterna (130.000), que "no se desmantelará". Continuarán allí la escuela del club. Del valle Porxinos, queda "un 3%" por comprar, pero aún así puede llevarse a cabo el PAI (Plan de Actuación Integral).

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Con la deuda cero, Soler dice que el Valencia, sin pagar 9,5 millones de intereses anuales, despertará mucho "recelos" en otros clubes. Y recordó cómo Florentino Pérez llevó a cabo una operación urbanística para el Madrid "en 48 horas" después de hablar con el entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, y pese a la negativa del entonces presidente de la Comunidad de Madrid (ahora alcalde) Alberto Ruiz Gallardón.

"Sí, es un pelotazo, pero del Valencia", reconoció Soler, propietario mayoritario del club. Y amenazó con una querella a quienes les acusaran de enriquecerse con esta operación. "Se ha invertido ya mucho dinero", dijo Soler, "y no he facturado ni un euro al Valencia. Quiero dormir con la conciencia tranquila". Soler aseguró que ningún consejero del club participará en la urbanización de las 3.500 viviendas (nifamiliares y bloques de tres alturas), además de un centro sanitario y una escuela. Por cuya venta espera obtener el Valencia 180 millones.

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