Un capitán contradice la versión del general Navarro en el 'caso Yak-42'

El militar asegura que los turcos no pusieron pegas a las identificaciones

El capitán enfermero Antonio González, que estuvo desplazado en Turquía tras el accidente del avión Yak-42, aseguró ayer ante la juez Teresa Palacios que instruye el sumario, que las autoridades turcas no les pusieron pegas cuando los militares españoles realizaron tareas destinadas a la identificación de los cadáveres, como recoger anillos o placas de identificación. Esta versión contradice lo afirmado en su día por el general Vicente Navarro, uno de los cuatro imputados en la causa, que sostuvo que no les permitieron identificar a las víctimas.

Durante poco más de una hora, ayer decla...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El capitán enfermero Antonio González, que estuvo desplazado en Turquía tras el accidente del avión Yak-42, aseguró ayer ante la juez Teresa Palacios que instruye el sumario, que las autoridades turcas no les pusieron pegas cuando los militares españoles realizaron tareas destinadas a la identificación de los cadáveres, como recoger anillos o placas de identificación. Esta versión contradice lo afirmado en su día por el general Vicente Navarro, uno de los cuatro imputados en la causa, que sostuvo que no les permitieron identificar a las víctimas.

Durante poco más de una hora, ayer declararon en la Audiencia Nacional los capitanes enfermeros González y Couceiro, quienes formaron parte de la comisión médica que viajó a Turquía a raíz del accidente aéreo del Yak-42 ocurrido en la localidad de Trabzon el 26 de mayo de 2003, y en el que murieron 62 militares españoles.

Los dos oficiales señalaron que su labor consistió en introducir en bolsas los restos humanos encontrados y acondicionarlos para trasladarlos a España, según informaron fuentes jurídicas.

Ambos reconocieron que la comisión médica no contaba con el instrumental y el equipo requerido para hacer necropsias y que únicamente llevaron batas y guantes de látex.

Además, según las mismas fuentes, los oficiales de sanidad explicaron que en el recinto donde se encontraban los cadáveres de los militares fallecidos en el accidente no había fichas ni el material mínimo imprescindible para realizar las identificaciones de las víctimas.

Sin embargo, el capitán González afirmó que el personal turco no les puso inconvenientes a la hora de manipular objetos personales de los fallecidos, como las placas de identificación o los anillos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Esta versión contradice la facilitada por el general Vicente Navarro el pasado 15 de noviembre, quien aseguró que los turcos no les permitieron tocar ninguno de los objetos personales de las víctimas.

Versión reforzada

La versión de Navarro fue reforzada por el testimonio del otro oficial sanitario que declaró ayer. El capitán Couceiro, el único de los dos oficiales enfermeros desplazados a Turquía que hablaba inglés, afirmó que el personal turco encargado de la investigación en Trabzon protestó cuando él trató de identificar a una de las víctimas por sus objetos personales.

Ambos capitanes señalaron que los ataúdes fueron soldados en Turquía, aunque aseguraron que desconocían quién había ordenado la medida. No obstante, ambos afirmaron que los jefes de la comisión médica en Turquía eran los generales de división Vicente Navarro y José Antonio Beltrán, y que eran ellos los que, en consecuencia, tomaban las decisiones.

Los dos oficiales dijeron que fue el general Navarro quien les notificó que las identificaciones habían concluido.

Ni la juez ni el fiscal formularon preguntas a los oficiales, según fuentes jurídicas. La magistrada declaró improcedente una única pregunta de uno de los letrados acerca de si los pilotos del avión siniestrado pudieran encontrarse ebrios en el momento del accidente.

Archivado En