El Ayuntamiento tiene ya en construcción los pozos de acceso al futuro túnel sur de la M-30

Las máquinas apostadas en el nudo de la A-3 excavan una de las entradas de la tuneladora

Desde hace meses, los conductores que circulan por la M-30 se topan, en el cruce con la autovía de Valencia (A-3), con una maraña de desvíos pintados sobre la calzada, curvas inesperadas y vallas de obra que los separan del bosque de grúas y maquinaria pesada que ha tomado ese tramo de la vía de circunvalación. Los obreros que ven pasar a miles de coches a toda velocidad no realizan sólo las obras de mejora de este nudo previstas en la reforma de la M-30: abren también el pozo por el que entrará, dentro de cuatro meses, una de las dos gigantescas tuneladoras que construirán el by-pass s...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Desde hace meses, los conductores que circulan por la M-30 se topan, en el cruce con la autovía de Valencia (A-3), con una maraña de desvíos pintados sobre la calzada, curvas inesperadas y vallas de obra que los separan del bosque de grúas y maquinaria pesada que ha tomado ese tramo de la vía de circunvalación. Los obreros que ven pasar a miles de coches a toda velocidad no realizan sólo las obras de mejora de este nudo previstas en la reforma de la M-30: abren también el pozo por el que entrará, dentro de cuatro meses, una de las dos gigantescas tuneladoras que construirán el by-pass sur, uno de los túneles más largos (3,6 kilómetros) del proyecto. El pozo de salida está aún más avanzado.

Más información

De todos los desvíos y cortes de tráfico provocados por las obras de la M-30, que comenzaron en nueve puntos distintos de la carretera hace seis meses, los del nudo de la autovía de Valencia son los más espectaculares. Al llegar a ese punto, y de forma imprevista, los conductores se encuentran el centro de la calzada totalmente tomado por las grúas y son derivados a calzadas paralelas habilitadas por los técnicos municipales.

La M-30 adquiere así, entre Moratalaz y el puente de Vallecas, una apariencia de rally improvisado y serpenteante en el que los vehículos intentan superar el obstáculo siguiendo las líneas amarillas pintadas en el suelo y las barreras móviles de obra que delimitan los nuevos carriles. A pesar de que eso ocurre en una autovía de gran capacidad y en la que los vehículos circulan a menudo por encima de los 90 kilómetros por hora permitidos (en ese tramo, obviamente, se ven obligados a ralentizar la marcha), el nudo de la A-3 no ha registrado hasta la fecha ningún accidente de consideración.

Lo que la mayoría de los conductores ignora es a qué se debe exactamente tanto desvío. No se trata sólo de los trabajos de mejora de la conexión entre la M-30 y la A-3 -que incluyen la construcción de un pequeño túnel para conectar ambas carreteras sin tener que atravesar la plaza del Conde de Casal-.

Según confirmaron responsables del Ayuntamiento, los operarios tienen ya en marcha también las obras previas -colocación de las pantallas verticales y pilotes de sujeción- para abrir allí uno de los dos enormes pozos de acceso al larguísimo doble túnel que se construirá a partir de agosto: el llamado by-pass sur, una de las obras más importantes y más caras (742 millones) de las proyectadas por Urbanismo en la M-30.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

"Sin precedentes"

Ese doble túnel entre el nudo de la A-3 y el paseo de Santa María de la Cabeza -que pretende servir de atajo a los conductores al unir los lados este y oeste de la M-30 evitando el colapsado nudo sur, por el que circulan cada día 180.000 vehículos- medirá casi cuatro kilómetros de largo y 13,5 metros de diámetro, y tendrá tres carriles por sentido. "No hay precedentes en España de túneles de estas dimensiones", aseguran los técnicos de Urbanismo.

El by-pass sur y su gemelo del norte -pensado para evitar los semáforos de la avenida de la Ilustración, aunque el Ayuntamiento descarta poder empezarlo en esta legislatura- son las dos únicas obras del proyecto de la M-30 que se harán con tuneladoras: dos gigantescas máquinas, las más grandes del mundo (equivalentes a sendos edificios de cuatro o cinco alturas), que llegarán este verano, una de Alemania y la otra de Japón, para horadar el subsuelo madrileño.

La tuneladora alemanaaterrizará en Madrid a principios de julio y en agosto estará ya excavando el túnel que irá desde la A-3 hacia Santa María de la Cabeza. Entrará por el pozo que los operarios están abriendo en el nudo de la carretera de Valencia. Y por ese mismo pozo saldrá la otra tuneladora, la japonesa (aunque una parte del montaje se hace en Asturias), que llegará un poco más tarde, en septiembre, y excavará, desde Santa María de la Cabeza, el túnel paralelo en sentido hacia la A-3. Los trabajos previos en el pozo oeste, junto al antiguo matadero de Legazpi, van incluso más avanzados que los de la carretera de Valencia.

Del primer túnel se harán cargo las empresas Necso y Ferrovial; del segundo, Dragados y FCC. Ellas pagan las tuneladoras, que cuestan cada una 45 millones de euros.

Archivado En