Aulas | EN LUCHA CONTRA LOS 'CASOS PERDIDOS'

El fundamental apoyo empresarial

El programa contra el absentismo escolar, que auspicia el Ayuntamiento de Chiclana (Cádiz), no habría podido desarrollarse sin el apoyo y voluntad de los empresarios del municipio.

"Temimos, al principio, que rechazaran a los estudiantes porque pudieran ser conflictivos o por el problema de la edad", reconoce Aurora Bernal, la trabajadora social que coordina el proyecto. Su sorpresa fue la receptividad de los emprendedores chiclaneros, que se sumaron a la iniciativa "sin reservas".

Uno de ellos es Daniel Mey, copropietario de la constructora Ferronova Chiclana 2004, que acogió du...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El programa contra el absentismo escolar, que auspicia el Ayuntamiento de Chiclana (Cádiz), no habría podido desarrollarse sin el apoyo y voluntad de los empresarios del municipio.

"Temimos, al principio, que rechazaran a los estudiantes porque pudieran ser conflictivos o por el problema de la edad", reconoce Aurora Bernal, la trabajadora social que coordina el proyecto. Su sorpresa fue la receptividad de los emprendedores chiclaneros, que se sumaron a la iniciativa "sin reservas".

Uno de ellos es Daniel Mey, copropietario de la constructora Ferronova Chiclana 2004, que acogió durante unos meses a uno de los estudiantes. "Funcionó muy bien. Aprendió a cortar y amarrar hierro. Le sirvió para conocer un oficio y no estar en las calles maleando".

Junto a Ferronova, han participado en el proyecto una peluquería, una guardería, una empresa de mantenimiento de jardines y una dedicada a la carpintería de aluminio. Ni el alumno ni la empresa reciben compensación económica. El concejal de Educación, Juan Bosco de Alba, se muestra muy agradecido por el respaldo de la patronal. La Confederación de Empresarios de Cádiz también apoya el programa.

Según explica Aurora Bernal, el mayor índice de absentismo se da en segundo de ESO, a partir de los doce años. Lo corrobora el jefe de estudios del instituto Pablo Ruiz Picasso, Alfonso Acuña. "Son jóvenes que se niegan a ir a clase. Que por ley tienen que estar escolarizados, pero que tienen la suficiente edad como para rebelarse".

En algunos casos, el absentismo se puede combatir desde la familia o desde Asuntos Sociales. En los más graves, debe intervenir la policía. "Darles una motivación para aprender es un logro que no debemos desaprovechar", defiende Acuña.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En