Tribuna:

El calor lo condiciona todo

La diferencia entre el Gran Premio de Australia y el de Malaisia es sólo de 20 grados. Parece poco, pero el cambio de temperatura lo condiciona todo. El de Sepang es un trazado muy distinto al de Albert Park, en Melbourne. Es más exigente tanto para los motores como para los pilotos. Su anchura de 15 metros -la mayor del Mundial- permite varias trazadas y aumenta la posibilidad de adelantar. Exige siempre el 100% de concentración a los pilotos, que sufren el calor y deben hidratarse porque pierden unos cuatro litros de agua. Sin embargo, lo que va a marcar la carrera serán esos 20 grados más, ...

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La diferencia entre el Gran Premio de Australia y el de Malaisia es sólo de 20 grados. Parece poco, pero el cambio de temperatura lo condiciona todo. El de Sepang es un trazado muy distinto al de Albert Park, en Melbourne. Es más exigente tanto para los motores como para los pilotos. Su anchura de 15 metros -la mayor del Mundial- permite varias trazadas y aumenta la posibilidad de adelantar. Exige siempre el 100% de concentración a los pilotos, que sufren el calor y deben hidratarse porque pierden unos cuatro litros de agua. Sin embargo, lo que va a marcar la carrera serán esos 20 grados más, o sea pasar de los 20 de Australia a los 40 ambientales de Malaisia.

Con estas temperaturas, la densidad del aire es mucho más baja. El aire pesa menos y los coches tienen menos carga aerodinámica: perderán entre un 4% y un 5% de downforce. También los motores se verán afectados porque entrará mucha menos masa de aire y eso dificultará la refrigeración. El aceite pierde algunos componentes importantes a altas temperaturas y lubrifica menos. Y, por otra parte, hay una pérdida de potencia, de alrededor de 50 caballos, porque disminuye la cantidad de oxígeno que entra en el cilindro y desciende la masa de combustible que puede quemarse. Será necesario hacer algunas modificaciones para que no se dispare la temperatura del aceite: colocar radiadores más grandes y adecuar las salidas del aire caliente, lo que va a afectar también a la aerodinámica. Y todo ello ocurrirá sobre unos motores que han cubierto ya la mitad de su vida, unos 400 kilómetros.

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Otro aspecto fundamental serán los neumáticos. Sus temperaturas óptimas de funcionamiento oscilan entre los 70 y los 80 grados. Pero en Malaisia el asfalto alcanzará los 60, con lo que el margen para que no se sobrecalienten será muy pequeño. Si no se logra evitar eso, la degradación será mucho más rápida. En estas condiciones, los coches que cuenten con mejores chasis tendrán más posibilidades. En condiciones constantes, es decir sin tormentas esporádicas, McLaren y Renault tendrán ventaja. Aunque no deben confiarse, porque los Ferrari son también muy competitivos. Por primera vez, podrá verse a los aspirantes reales al título.

J. Villadelprat fue director de Benetton y Prost y jefe de mecánicos de Ferrari.

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