Maragall anuncia una ley electoral con multas para los partidos con finanzas opacas

Los grupos parlamentarios liquidan en media hora la reunión para mejorar la transparencia

Cataluña tendrá una ley electoral que limitará el gasto de los partidos en campaña, dará capacidad fiscalizadora a la Sindicatura de Cuentas y penalizará a las formaciones con finanzas opacas. Así lo anunció ayer el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, apenas tres horas después de que los cinco grupos parlamentarios liquidaran en 30 minutos y sin avances significativos la reunión convocada por Iniciativa para mejorar la transparencia financiera de los partidos.

Durante la sesión de control al Gobierno celebrada en el Parlament, Maragall se mostró dispuesto a "liderar" lo que ...

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Cataluña tendrá una ley electoral que limitará el gasto de los partidos en campaña, dará capacidad fiscalizadora a la Sindicatura de Cuentas y penalizará a las formaciones con finanzas opacas. Así lo anunció ayer el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, apenas tres horas después de que los cinco grupos parlamentarios liquidaran en 30 minutos y sin avances significativos la reunión convocada por Iniciativa para mejorar la transparencia financiera de los partidos.

Durante la sesión de control al Gobierno celebrada en el Parlament, Maragall se mostró dispuesto a "liderar" lo que calificó de "transición política" hacia un marco más transparente. El Ejecutivo elaborará un proyecto de ley electoral catalana que, según el presidente, tendrá tres pilares básicos: regular las subvenciones, establecer límites a los gastos electorales y dar a la Sindicatura de Cuentas un "mayor" control sobre las finanzas de los partidos. Asimismo, el presidente dejó claro que que la ley establecerá medidas disciplinarias para los partidos que la incumplan.

De esta manera, Maragall quiere reorientar y dar por zanjada la polémica por la financiación de los partidos políticos derivada de la crisis del 3%. El presidente, sin embargo, tendrá que lidiar con discrepancias en el seno de su propio partido, como las expresadas el pasado lunes por su primer secretario, José Montilla, partidario de mantener el Tribunal de Cuentas como principal órgano de control.

Maragall anunció el nuevo proyecto de ley horas después de que la reunión de todos los grupos parlamentarios convocada para mejorar la transparencia finalizara con un escueto comunicado de 10 líneas. En él se insta al presidente del Parlament, Ernest Benach, a impulsar un debate entre todos los partidos y a evaluar el grado de cumplimiento del acuerdo que se firmó en la Cámara ya en 2001 bajo el título Acuerdo de transparencia y autolimitación de gastos electorales y financiación de los partidos políticos.El acuerdo de 2001, firmado por todos los partidos, implicaba la práctica eliminación de la publicidad en los medios durante las semanas previas a las campañas electorales y obligaba a los partidos a presentar sus balances anuales a la Sindicatura de Cuentas, aunque, sin hacerlos públicos. La sensación generalizada de que estos acuerdos no se están cumpliendo, junto a la crisis política de las últimas semanas, motivaron al grupo de Iniciativa per Catalunya (ICV-EUiA) a convocar la reunión de ayer.

Todos los partidos asistieron al encuentro, aunque contrariados por el hecho de que fuera un único grupo de la Cámara, y precisamente el más pequeño, el que tomara la avanzadilla en este asunto. La convocatoria sentó especialmente mal en las filas del PP, partido que ha basado su estrategia de las últimas semanas en autoafirmarse como la única fuerza catalana que quiere llegar al fondo de las sospechas de financiación irregular de los partidos catalanes.

Además, ayer se constató que las ideas de los socios del tripartito, Esquerra Republicana e ICV, sobre cómo reformar la ley de financiación de los partidos resultan muy parecidas. Así lo indica al menos el hecho de que la proposición de ley sobre esta materia que Esquerra registró el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados es prácticamente idéntica a otra que presentó el grupo Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya en septiembre de 1996, tras la primera victoria del PP en las elecciones generales.

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Las mayores diferencias entre ambas proposiciones se reducen a cuestiones de forma: la de Iniciativa consta de cuatro títulos, mientras que la de Esquerra tiene seis. Pero en el contenido son como dos gotas de agua. Incluso la exposición de motivos (los argumentos que justifican y encabezan la proposición) coinciden casi de manera exacta. No obstante, existen algunas aportaciones novedosas. La propuesta de Esquerra hace especial hincapié en los recursos que los particulares aportan a los partidos e introduce algunos matices. Por ejemplo, que las donaciones puedan realizarse "en dinero o en especie". El texto, que los republicanos presentaron ayer por la tarde al PSOE, también desarrolla más ampliamente el régimen tributario de los partidos y, en concreto, las condiciones de exención del impuesto de sociedades.

El portavoz de IU-ICV en el Congreso, Joan Herrera, expresó su malestar ante la similitud de ambas proposiciones. "Sólo tiene cuatro artículos nuevos", dijo Herrera, quien lamentó "las prisas" de Esquerra por presentar la una reforma de la ley de financiación de partidos. El diputado ecosocialista señaló que su grupo está trabajando para actualizar la proposición que en 1996 elaboraron los diputados Mariano Santiso y Rosa Aguilar, así como el actual presidente de Iniciativa, Joan Saura.

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