UN AÑO DESPUÉS DE LA MATANZA

España recuerda en silencio a los afectados por los atentados

Millones de ciudadanos pararon cinco minutos en los centros de trabajo

Millones de ciudadanos recordaron ayer a las víctimas del 11-M en las ciudades y pueblos de España. Plazas de ayuntamientos, colegios, universidades y centros de trabajo pararon cinco minutos a mediodía en homenaje a los que perdieron la vida o resultaron heridos en Madrid hace un año.

En Barcelona, miles de ciudadanos paralizaron las calles a las doce. Los trenes, el metro, los autobuses y los tranvías de las principales ciudades de Cataluña interrumpieron el servicio durante cinco minutos. En la plaza de Sant Jaume de Barcelona se reunieron cerca de 400 personas, incluidos el alcalde,...

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Millones de ciudadanos recordaron ayer a las víctimas del 11-M en las ciudades y pueblos de España. Plazas de ayuntamientos, colegios, universidades y centros de trabajo pararon cinco minutos a mediodía en homenaje a los que perdieron la vida o resultaron heridos en Madrid hace un año.

En Barcelona, miles de ciudadanos paralizaron las calles a las doce. Los trenes, el metro, los autobuses y los tranvías de las principales ciudades de Cataluña interrumpieron el servicio durante cinco minutos. En la plaza de Sant Jaume de Barcelona se reunieron cerca de 400 personas, incluidos el alcalde, Joan Clos, y representantes de los partidos políticos. Tras los cinco minutos de silencio, la locutora Susan Buzzi leyó una declaración institucional y el Barcelona Metall Quintet interpretó una pieza musical de Henry Purcell.

En Huelva se soltó un globo al aire por cada uno de los fallecidos el 11-M en Madrid

En el Parlamento catalán, su presidente, Ernest Benach, recordó: hace un año "nos abrumó el dolor, la conmoción y la indignación, pero también se hizo más evidente que nunca la existencia de vínculos de solidaridad humana".

Sevilla eligió las puertas de su Ayuntamiento para recordar a las víctimas. Allí se reunieron a mediodía, junto al presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, y los principales líderes políticos andaluces, unos 600 sevillanos, que guardaron silencio ante 192 velas.

También en Sevilla se realizó un acto singular. El profesor canadiense George Lovell vivió el día de los atentados en la ciudad andaluza y sintió "una enorme falta de dignidad y un insulto para todos". Por eso recopiló las historias que este periódico publicó sobre los fallecidos en una serie titulada Vidas rotas, las tradujo al inglés y se las entregó a la artista Rebecca Soudant. El resultado fue un mural que ayer regaló a la Universidad Pablo de Olavide, y que representa a una mujer que murió en la matanza del 11-M.

En la localidad gaditana de Tarifa, la concentración contó con la participación de los padres de Zahira Obaya, una joven de esta localidad que resultó gravemente herida en los atentados. En Huelva se lanzaron al aire globos, uno por cada fallecido, y en Jaén una niña puso en libertad una paloma blanca como símbolo del recuerdo a todas las víctimas.

Instituciones, universidades y organizaciones sindicales, empresariales y sociales, así como miles y miles de ciudadanos guardaron a las doce cinco minutos de silencio en la Comunidad Valenciana. En las puertas de los ayuntamientos de Alicante, Valencia y Castellón se realizaron las concentraciones más concurridas. Un millar de estudiantes, profesores y personal de administración de la Universidad de Alicante protagonizaron una ofrenda floral y se concentraron ante el monolito erigido el pasado año en memoria de las víctimas.

También miles de extremeños pararon su actividad en las principales localidades de la comunidad. Badajoz, Cáceres y Mérida acogieron las principales concentraciones, y en cientos de empresas los empleados salieron a la calle para guardar cinco minutos de silencio. En Badajoz, alrededor de un millar de personas se reunieron en la plaza de España, donde el alcalde de la ciudad, Miguel Celdrán, leyó un comunicado en el que condenó "la intolerancia, la crueldad y la barbarie" de los atentados de hace un año. En otro acto celebrado en Badajoz, organizado por la Asociación de Víctimas del Terrorismo, se soltaron 500 globos blancos con los nombres de los fallecidos en el 11-M.

En Castilla-La Mancha, el acto más emotivo tuvo lugar en Guadalajara, provincia de la que procedía una veintena de los fallecidos en Madrid. Más de 500 personas guardaron silencio en la Plaza Mayor de la ciudad. Allí, los ciudadanos colocaron cirios y familiares de las víctimas enviaron emotivas cartas que fueron colocadas junto a las velas encendidas. En Azuqueca de Henares (Guadalajara), que perdió a cinco vecinos en los atentados, 400 personas se concentraron en la plaza de la estación de Renfe, donde se descubrió una placa en recuerdo de las víctimas.

La plaza compostelana del Obradoiro reunió a miles de ciudadanos a mediodía. A la concentración se sumó la práctica totalidad de los dirigentes políticos de Galicia, encabezados por el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, que recordó el "inmenso dolor" de los españoles por los atentados y expresó su deseo de que las víctimas del terrorismo "se entiendan y se arreglen".

También miles de vascos se concentraron frente a instituciones y sedes de partidos políticos y sindicatos para expresar su dolor. En Vizcaya, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, participó en la concentración de la localidad de Karrantza, mientras que en Vitoria el presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, encabezó el paro en la Cámara autónoma.

En Navarra, el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, se sumó a la concentración silenciosa que tuvo lugar en el Palacio de Justicia de Pamplona, mientras frente a la sede del Gobierno navarro las principales autoridades navarras, encabezadas por el presidente del Ejecutivo, Miguel Sanz, se concentraron en silencio junto a los ciudadanos.

Un grupo de musulmanes expresa su solidaridad con las víctimas del 11-M en el Centro Islámico de Valencia.TANIA CASTRO

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