Las mafias abandonan La Vega Baja para instalarse en Las Marinas

Según la AUGC, el déficit policial ha creado un efecto llamada para el crimen organizado

El déficit de medios policiales en la provincia de Alicante ha creado un "efecto llamada" que propicia el continuo desembarco y la consiguiente instalación de redes del crimen organizado, según la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). Según este sindicato, las bandas mafiosas que operan en Alicante (unas 70) han trasladado su área de actuación desde La Vega Baja, con mayores índices de criminalidad del Estado, a las Marinas.

Los datos revelan un cambio en la radiografía de la incidencia de criminalidad en la provincia de Alicante. El pasado año, Torrevieja (La Vega Baja) regi...

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El déficit de medios policiales en la provincia de Alicante ha creado un "efecto llamada" que propicia el continuo desembarco y la consiguiente instalación de redes del crimen organizado, según la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). Según este sindicato, las bandas mafiosas que operan en Alicante (unas 70) han trasladado su área de actuación desde La Vega Baja, con mayores índices de criminalidad del Estado, a las Marinas.

Los datos revelan un cambio en la radiografía de la incidencia de criminalidad en la provincia de Alicante. El pasado año, Torrevieja (La Vega Baja) registró una disminución de la delincuencia en más de un 19%. En el lado opuesto, se situaron las comarcas de la Marina Alta y Baixa. En los municipios bajo la competencia de la Guardia Civil de la Marina Baixa, el incremento de asaltos violentos aumentó un 19% en 2004. En el apartado de homicidios, el porcentaje se disparó hasta un 300% con respecto a 2003. "En esta demarcación, los agentes están desbordados".

Según un estudio elaborado por la AUGC, desde 2002, la bajada de la delincuencia fue continua en Torrevieja, a pesar de que, todavía encabeza el listado de municipios con mayor número de muertes violentas en España. En base a las cifras recabadas, la organización sindical alerta de que las redes mafiosas, unas setenta operativas en la provincia de Alicante, han traslado su tradicional centro de operaciones de la Vega Baja a los municipios de las Marinas. El laberíntico entramado urbano de estos municipios, salpicados con innumerables casas unifamiliares, y la escasez de medios humanos y materiales impiden a los efectivos policiales combatir el crimen organizado.

En 2004, la provincia de Alicante fue escenario de 63.564 delitos -un 6,15% menos que en 2003, si bien los actos criminales más violentos crecieron-. Pese a este formidable volumen de delitos, sólo 20 agentes están adscritos a la Policía Judicial, grupo dedicado en exclusiva a la investigación. Para hacer frente a la criminalidad, la Guardia Civil cuenta con una plantilla de 1.870 efectivos. De ellos, el 10% se dedica a labores burocráticas y de conducción de vehículos. El déficit policial explica que sólo el 25% de cada 100 delitos cometidos en la provincia se resuelven. El resto queda impune.

Según este sindicato, por cada agente se registran 33,84 delitos, frente a los 2,21 que soportan sus colegas en el caso de la provincia de Teruel. Alicante se sitúa entre las cinco primeras provincias que experimentó un aumento en el número de delitos, sobre todo los vinculados a la violencia de género, el tráfico de drogas, los robos con violencia e intimidación, los asesinatos y los tirones. Así, el año pasado se produjeron en la provincia un total 1.381 robos con violencia, 59 homicidios, 292 lesiones, 1.439 malos tratos, 42 agresiones sexuales, 69 abusos sexuales y 366 actos delictivos relacionados con el tráfico de drogas.

La AUGC reclamó la creación de una unidad especializada en terrorismo de ETA. El sindicato subraya que la considerable colonia de vascos en Alicante, convierten a esta provincia en un escenario fijo de actuación.

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