FÚTBOL | 26ª jornada de Liga

"Nos ha faltado un poco de suerte"

Ronaldinho no resultó determinante para su equipo, como otras noches

Como si se le congelara su talento, el Barça echó ayer de menos a Ronaldinho. Nadie podrá decir que no lo intentara o que rehuyera el balón. Tampoco fue su noche, y ya van varias actuciones semejantes. Seguramente por eso, ayer se retiró del campo contra lo que en él es habitual: malhumorado, protestando al árbitro y cabizbajo. Como desesperado. "Lo que me ha dejado triste", reconoció, "ha sido el resultado. Pero estamos bien. Hay que seguir así. Si hubiéramos metido dos goles, no pasaría nada. Nos ha faltado un poco de suerte ante portería pero pudimos meter tres goles tranquilamente".
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Como si se le congelara su talento, el Barça echó ayer de menos a Ronaldinho. Nadie podrá decir que no lo intentara o que rehuyera el balón. Tampoco fue su noche, y ya van varias actuciones semejantes. Seguramente por eso, ayer se retiró del campo contra lo que en él es habitual: malhumorado, protestando al árbitro y cabizbajo. Como desesperado. "Lo que me ha dejado triste", reconoció, "ha sido el resultado. Pero estamos bien. Hay que seguir así. Si hubiéramos metido dos goles, no pasaría nada. Nos ha faltado un poco de suerte ante portería pero pudimos meter tres goles tranquilamente".

Ronaldinho probó mucho y apenas le salió nada. Vio incluso una tarjeta amarilla por propinarle un pequeño cachete a Soldevilla. Mal síntoma si hablamos de Ronaldinho, al que Ibarra agobió con un marcaje pegajoso, especialmente durante el primer tiempo, cuando peleó mucho, recuperó tres balones, y generó poco en ataque: Cinco regates errados de cinco que buscó se le contabilizaron en 45 minutos. Después, en la seguna mitad, creció en aciertos pero se le atragantó entonces la acumulación de rivales que encontraba en su camino hacia el gol, más alejado de la banda izquierda. Allí, topó con Jarque, Fredson o Ito y echó en falta su chispa. Él y la afición azulgrana. A base de faltas y de piernas, entró en calor pero tuvo más presencia que otra cosa. Buscó el disparo, el pase y el regate, sin mayor premio que un par de faltas en la frontal. Y en esa suerte tampoco resultó determinante. Atascado el partido, Ronaldinho no encontró el camino al gol ni cómo llevar al equipo a la victoria. Le echó de menos el Barça.

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Rijkaard mostró su descontento con el resultado. "No esperábamos el empate. Queríamos ganar y lo hemos intentado siempre, pero nos ha faltado tiempo para marcar. A pesar de haber dominado casi todo el partido y haber creado varias ocasiones, no hemos cumplido. Nos vamos todos cabreados, pero no hay que bajar la cabeza y seguir trabajando. Podemos superar este momento". Aún enfadado, Rijkaard analizó el porqué del empate: "Es cierto que el Espanyol ha estado muy bien en la faceta defensiva, pero nosotros hemos jugado lentos, sin el ritmo necesario, hemos buscado demasiado el juego aéreo y abusado de la banda derecha cuando deberíamos haber abierto más el campo con cambios de orientación".

Ronaldinho avanza con el balón, acosado por Jarque (izquierda) e Ibarra, ante la mirada de Gio.MARCEL·LI SÁENZ

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