La revisión de pisos en el Carmel se lentifica por el recelo de los vecinos

Algunos afectados temen que sus negocios estén cerrados durante meses

Las inspecciones de las viviendas afectadas por el socavón del Carmel irán a un ritmo más lento del previsto por la Administración. De hecho, las revisiones fueron suspendidas el pasado miércoles a raíz de la oposición de los residentes de un bloque a confiar en una inspección antes de que se derriben los otros tres inmuebles de la zona cero. Ahora, se intentará reanudar las revisiones a partir de esta semana y se harán de forma individualizada.

El pasado miércoles, sólo se inspeccionó la vivienda del entresuelo primera del inmueble 134 de la calle de Llobregós. Estaba previsto q...

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Las inspecciones de las viviendas afectadas por el socavón del Carmel irán a un ritmo más lento del previsto por la Administración. De hecho, las revisiones fueron suspendidas el pasado miércoles a raíz de la oposición de los residentes de un bloque a confiar en una inspección antes de que se derriben los otros tres inmuebles de la zona cero. Ahora, se intentará reanudar las revisiones a partir de esta semana y se harán de forma individualizada.

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El pasado miércoles, sólo se inspeccionó la vivienda del entresuelo primera del inmueble 134 de la calle de Llobregós. Estaba previsto que los técnicos de Adigsa, uno designado por el Colegio de Arquitectos y un perito elegido por la Asociación de Vecinos inspeccionaran los edificios de los números 132 y 134 de Llobregós. La Administración y la Asociación de Vecinos del Carmel habían llegado a ese acuerdo, pero no tuvo ningún efecto porque la mayoría de los afectados se negaron a la inspección en el momento de entrar en cada vivienda.

Un portavoz de Adigsa manifestó ayer que, después de la experiencia, se ha optado por abordar las inspecciones de forma individualizada. "O por bloques o escaleras, pero en cualquier caso al margen de las plataformas o asociaciones que agrupan a distintos grupos de afectados", señalaron fuentes de Adigsa. De hecho, esa era la opción que se defendió por parte de las dos administraciones -la autonómica y la municipal- cuando empezaron a diseñar la operación del retorno hace casi dos semanas.

Fuentes de la Administración insistieron en que no se pretende presionar a los desalojados para inspeccionar las viviendas y acelerar el regreso a sus casas, aunque persistan en negarse a las inspecciones hasta que no se derriben los otros tres inmuebles, en el pasaje de Calafell, 6 y 8, y en la calle de Conca de Tremp, 6. El derribo de esos tres edificios podría realizarse en un plazo aproximado de 15 días, según avanzó el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal.

En cualquier caso, la intención de la Administración es reanudar las inspecciones porque hay vecinos que lo han pedido. En concreto, dos escaleras de la zona más distante del socavón se han dirigido a los técnicos para que éstos revisen el estado de sus viviendas, informaron ayer fuentes de Adigsa.

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Algunos afectados han mantenido reuniones con técnicos de Adigsa y gerentes del distrito esta semana. Es el caso de los residentes en el edificio de la calle de Sigüenza, 37-51, y pasaje de Calafell, 4 -el colindante de uno de los que será derruido-, que fueron informados del proceso de rehabilitación de esas dos fincas, dos de las más afectadas por el socavón y el movimieno de tierras. Las dos serán recimentadas en un proceso complejo -micropilotaje- y largo que no durará menos de dos meses, de acuerdo con las primeras previsiones de la ADministración. "Nos limitamos a escuchar, a mí me dijeron que me preparara para tener el local cerrado unos ocho meses, ya me dirás", explicaba Mari Carmen Pérez Pozo, una de las afectadas y, además, portavoz de la Asociación de Afectados Línea V.

Los residentes y propietarios de locales comerciales de esos bloques tienen previsto mantener una reunión para aproximar posiciones y criterios ante la Administración. Las dudas sobre la estabilidad real de los edificios tras la recimentación siguen planeando en las 74 familias del bloque de Sigüenza colindante del socavón.

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