Osakidetza y los sindicatos enconan su enfrentamiento

Las centrales mayoritarias mantienen la convocatoria de un nueva huelga para el día 3

La segunda jornada de huelga rotatoria en Osakidetza, circunscrita esta vez a la comarca de Guipúzcoa Oeste, agrió ayer el tono del enfrentamiento entre la dirección del Servicio Vasco de Salud y los sindicatos convocantes (ELA, Sindicato Médico y SATSE) y de éstos con las centrales minoritarias (CCOO, LAB y UGT), que la víspera habían cerrado un acuerdo con Sanidad. Osakidetza y las centrales mayoritarias se cruzaron duras descalificaciones, además de divergir frontalmente sobre el seguimiento del paro: según los convocantes, fue apoyado por un 85% de los trabajadores en atención primaria y u...

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La segunda jornada de huelga rotatoria en Osakidetza, circunscrita esta vez a la comarca de Guipúzcoa Oeste, agrió ayer el tono del enfrentamiento entre la dirección del Servicio Vasco de Salud y los sindicatos convocantes (ELA, Sindicato Médico y SATSE) y de éstos con las centrales minoritarias (CCOO, LAB y UGT), que la víspera habían cerrado un acuerdo con Sanidad. Osakidetza y las centrales mayoritarias se cruzaron duras descalificaciones, además de divergir frontalmente sobre el seguimiento del paro: según los convocantes, fue apoyado por un 85% de los trabajadores en atención primaria y un 65% en los hospitales. Osakidetza lo redujo a un 34,4% y un 7,2%, respectivamente.

La brecha se había agrandado el miércoles, cuando CCOO, UGT y LAB cerraron con Osakidetza un acuerdo laboral para este año que ELA, el Sindicato Médico y el SATSE se negaron a suscribir. Era la víspera de la nueva jornada de huelga convocada por la centrales mayoritarias -suponen el 80% de las mesa sectorial-.El paro en la comarca de Guipúzcoa Oeste, que engloba a los hospitales de Mondragón, Mendaro y Zumarraga, ahondó ayer las diferencias. "Ha sido de nuevo un absoluto fracaso", recalcó el director general de Osakidetza, Josu Garai. "La actividad ordinaria se está desarrollando con normalidad. Valga como ejemplo que han funcionado todos los quirófanos y consultas de hospital que no estaban en servicios mínimos", recalcó.

Los datos que aportó Garai cifraban la incidencia de la protesta en el 34,4% en los ambulatorios de la zona y el 7,2% en los tres centros hospitalarios citados. En el de Zumarraga, grupos de trabajadores se cruzaron insultos a primera hora de la mañana y a mediodía se concentraron varias decenas de huelguistas. "Ésta es la realidad", insistió el director general, aludiendo a sus cifras, "por mucho que los sindicatos convocantes hayan concentrado a todos sus piquetes ajenos a Osakidetza en un solo centro para que la prensa pueda sacar imágenes que no se corresponden con la normalidad general".

Las centrales convocantes replicaron que "la respuesta de los y las trabajadoras ha sido contundente", en palabras de la responsable de ELA-Osakidetza, Izaskun Garikano. "Lo valoramos especialmente, porque se produce justo cuando LAB, CCOO y UGT se prestan a actuar de esquiroles al servicio de la empresa". El seguimiento del paro se elevó, según los tres sindicatos que lo defienden, al 85% en los ambulatorios y el 65% en el ámbito hospitalario. En estos últimos centros, concretaron, la actividad asistencial quedó reducida a la atención a los pacientes ingresados y al servicio de urgencias. "Los servicios mínimos en los hospitales afectados han obligado a trabajar a más del 85% de la plantilla", añadió.

La guerra de cifras no fue la única que enfrentó a las centrales mayoritarias del sector con Osakidetza. También discutieron a través de los medios sobre las acciones de los huelguistas a las puertas de los centros. "Osakidetza ha respetado totalmente el acuerdo de servicios mínimos y no ha contratado, como ha denunciado algún sindicato, personal para esta jornada de huelga. Quienes han procurado no cumplirlo han sido precisamente los convocantes con su presión a los profesionales para impedir su normal acceso a sus puestos", dijo Garai.

No era presión, replicaron las centrales, sino "piquetes informativos" que no pudieron ejercer su labor porque LAB trabajó "junto a la Ertzaintza" para impedirlo. "Ha habido momentos de tensión cuando han pretendido que nos disolviéramos", aseguró un huelguista desde Zumarraga.

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"Camorra napolitana"

La dirección de Osakidetza considera que el acuerdo firmado con las tres centrales minoritarios establece las bases para que sus trabajadores tengan las mejores condiciones laborales del Estado: entre otras, un incremento salarial del 4% (aunque un 1% se destina a un fondo de previsión), la convocatoria de una oferta pública de empleo de unas 4.000 plazas el próximo año que estabilizará al 95% de la plantilla y el aumento medio de un 20% en la retribución de las guardias médicas. Por ello, sus responsables dicen entender los paros sólo "bajo intenciones políticas ajenas a las condiciones laborales".

María Jesús Múgica, directora de Recursos Humanos, instó a ELA a que reconduzca una actitud más propia "de la Camorra napolitana que de un sindicato de clase". Los portavoces de esta central ya dieron su respuesta: "Mantenemos nuestro calendario de movilizaciones". El próximo paro está convocado para el 3 de marzo en los hospitales de Cruces, San Eloy (ambos en Barakaldo) y Gorliz, la Comarca Uribe y la Margen Izquierda.

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