Complicidad ante el micrófono

A Cristina Hoyos y Alfredo Sánchez Monteseirín les une su pasión por la radio. La bailaora comenzó a taconear y mover sus brazos gracias a una vieja Marconi que su padre compró a plazos. El sonido de ese añejo aparato hacía mover el cuerpo de una niña con cara de chinita por los pasillos del Corral del Trompero, en la calle Vírgenes de Sevilla donde recibió clases en la academia de Adelita Domingo hasta los 12 años. Con esa misma edad y de adolescente, el ahora alcalde de Sevilla agarraba con fuerza un colador y soñaba, a grito pelado, que hacía un programa de radio, aunque su madre sitúa erró...

A Cristina Hoyos y Alfredo Sánchez Monteseirín les une su pasión por la radio. La bailaora comenzó a taconear y mover sus brazos gracias a una vieja Marconi que su padre compró a plazos. El sonido de ese añejo aparato hacía mover el cuerpo de una niña con cara de chinita por los pasillos del Corral del Trompero, en la calle Vírgenes de Sevilla donde recibió clases en la academia de Adelita Domingo hasta los 12 años. Con esa misma edad y de adolescente, el ahora alcalde de Sevilla agarraba con fuerza un colador y soñaba, a grito pelado, que hacía un programa de radio, aunque su madre sitúa erróneamente a su vástago como si estuviese dando un mitin político cada vez que cuenta esa anécdota. Fueron algunos secretos que ambos se confesaron en el programa Entrevista a Dos -Premio Andalucía de Periodismo 2004 y Premio Cádiz de Periodismo 2003- que se grabó en el restaurante Casa Robles de Sevilla hace dos semanas y que emitió ayer Radio Cádiz y Ser Puerto de la Cadena SER.

Cristina Hoyos: "Si hay algo que sirve de ayuda a las mujeres, allí estoy

Sánchez Monteseirín y Hoyos es la pareja número 38 que participa en este espacio de radio -inédito en la radiodifusión española-, que dirigen los servicios informativos de la SER en Cádiz, en el que los invitados se convierten por una hora en improvisados periodistas. Son personas acostumbradas a responder a las preguntas de la prensa por su relevancia pública, pero que por primera vez se enfrentan al reto de dirigir su propia entrevista.

El regidor fue el primero en plantear sus preguntas. Pero antes se metió de lleno en el papel de un periodista bien documentado al desplegar una larga introducción mediante la que se dirigió a los oyentes destacando las virtudes humanas de su entrevistada, a la par que piropeaba sus cualidades artísticas. Con ese preámbulo, Hoyos le dibujó un camino expedito de cortapisas. "Mi corazón abierto a que me preguntes verdaderamente lo que quieras... hasta de los juanetes que los tengo fatal". Así las cosas, Sánchez Monteseirín cuestionó: "¿Qué es y cómo será el Museo del Baile Flamenco de Sevilla?" Hoyos respondió apoyándose en un rico lenguaje manual y de gestos: "Es un proyecto familiar pionero en el mundo (...) que verá la luz pronto, pero no será el museo de Cristina Hoyos".

Con todo, la simbiosis entre ambos entrevistados se alcanza cuando viajan juntos por las ciudades que son protagonistas de la vida de la bailaora. "¿París?", pregunta el alcalde. "Una de las grandes ciudades del mundo", responde Hoyos. "Nueva York es una buena plaza (...) En Tokio hay un interés grandísimo. Aman el flamenco y lloran (...) En la maravillosa Habana he bailado muchas veces con Antonio Gades", detalla. ¿Y Barcelona 92? "Tengo un recuerdo emocionante e imborrable sobre el caballo en el estadio olímpico", afirma. "En Madrid he vivido veinte años, conocí a mi marido y a Gades (...) y en Cádiz, mucho arte", apostilla. Y ambos se emocionan cuando el alcalde le pregunta por Sevilla. "Soy una sevillana total. Amo Sevilla por encima de todo", confiesa. "Y se te nota muchísimo", sentencia Sánchez antes de dirigirse a la audiencia: "Le tengo que contar a los oyentes que te brillan los ojos cada vez que hablas de Sevilla". Y el alcalde plantea su última pregunta: "Hay una dirección en Internet cuando escribimos el nombre de Cristina Hoyos que dice Mujeres Españolas Contra el Cáncer de Mama. Cristina es una gran artista, una gran ciudadana y un gran instrumento para la solidaridad (...) ¿Por qué eres un referente para el resto de mujeres?". "Si eso le sirve ayuda a las mujeres, yo allí estoy", explica la artista restándole valor a su compromiso social.

A la hora de preguntar, Hoyos le arranca la primera confesión al alcalde al recordarle el episodio del colador: "Me encanta hablar y soy muy amante de la palabra como instrumento para llegar a la gente". Y más tarde relata sus inicios políticos. "Iba para ginecólogo pero Franco murió y el PSOE tiró de gente de la universidad y a mí me fascinó la imagen de Felipe González, de aquel Isidoro con unas ideas tan renovadas", afirma Sánchez con un recuerdo especial para su padre: "Ha sido siempre mi referencia personal y de pensamiento".