Entrevista:ALBERTO LÓPEZ BASAGUREN | Catedrático de Derecho Constitucional de la UPV | REFERÉNDUM EUROPEO | La opinión de los ciudadanos

"Se está usando Europa como terreno para resolver querellas internas"

Alberto López Basaguren (Basauri, 1957) obtuvo en septiembre su cátedra en la UPV tras presentar su investigación Minorías nacionales y protección de la diversidad lingüística en la UE.

Pregunta.
Giscard habla del Tratado como un "resultado imperfecto y a la vez inesperado".

Respuesta. Es acertado, porque es un sistema constitucional inacabado. En la integración comunitaria el proceso constituyente es prolongado en el tiempo y no acaba con este momento decisivo.

P. Europa creó el Estado-nación. ¿Lo hará desaparecer?

R. La gran virt...

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Alberto López Basaguren (Basauri, 1957) obtuvo en septiembre su cátedra en la UPV tras presentar su investigación Minorías nacionales y protección de la diversidad lingüística en la UE.

Pregunta. Giscard habla del Tratado como un "resultado imperfecto y a la vez inesperado".

Respuesta. Es acertado, porque es un sistema constitucional inacabado. En la integración comunitaria el proceso constituyente es prolongado en el tiempo y no acaba con este momento decisivo.

P. Europa creó el Estado-nación. ¿Lo hará desaparecer?

R. La gran virtud del proceso de integración es que introduce a Europa en una dinámica de superación del Estado-nación, pero no para que comunidades primarias recuperen esa soberanía. El Estado-nación sigue, pero obligado a decidir junto a otros. Esto limita la soberanía e introduce a Europa en un alejamiento de todas las aberraciones a las que llevó la política nacionalista de los Estados-nación. Si no cabe el nacionalismo de los estados en la UE, tampoco el nacionalismo de comunidades inferiores. El Tratado hace un esfuerzo por que la integración sea compatible con la protección de la diversidad lingüística, cultural, siempre que no venga expresada desde políticas nacionalistas.

"Es imaginable incluso que la UE avance sin la ratificación británica"

P. El 90% no sabe nada del texto que se vota este domingo.

R. Estamos pagando las consecuencias de una integración hecha a espaldas de los ciudadanos. Los estados negociaban los tratados, ejercían el poder y los ciudadanos no contaban. Desde Maastricht, algunos vieron la repercusión constitucional de los tratados en sus países y constataron que había que afrontar el problema de la legitimación democrática de la integración. Y cuanto más tarde se aborde, peor. En España llega ahora, con retraso, con este referéndum. Era indispensable.

P. ¿No hubiese legitimado aún más la UE una elección directa de su presidente?

R. El Parlamento aumenta su poder de forma considerable, pero la legitimación de la UE no vendrá sólo de ahí. Las instituciones democráticas de los Estados, sus parlamentos, deben tener una incidencia decisiva en la determinación de la política comunitaria. La gran virtud de la UE ha sido combinar lo positivo de los Estados-nación con la capacidad de evitar las consecuencias negativas de políticas nacionalistas en torno a la idea de soberanía estatal.

P. ¿Y si alguno de los grandes estados como Francia o Gran Bretaña dan la espalda al texto?

R. Los países grandes necesitan el mercado y para los pequeños, fuera de Europa hace mucho frío. El Tratado, con todo, explicita que un país pueda abandonar la Unión; se ha roto ese tabú. O incluso suspender los derechos de pertenencia de un país. Los que se queden al margen de las cooperaciones reforzadas o no ratifiquen el Tratado, quedarán marginados. Incluso es imaginable una UE que avance sin ratificación británica.

P. Algunos defensores del no dicen que el tratado abre una puerta a la guerra preventiva.

R. La política de Defensa va más bien dirigida a convertir la UE en un gendarme regional que evite barbaridades como las de los Balcanes. La gran política de seguridad común debe ir dirigida a la cooperación al desarrollo de los países de nuestro entorno. Es la mejor garantía de paz.

P. Tener por vez primera un ministro europeo de Exteriores no presupone una política exterior común. Ahí está Irak.

R. Es que se crea esa cabeza visible para intentar conseguir lo que hasta ahora ha sido imposible: una política exterior común. Es significativo que el derecho de veto se mantenga en las políticas en las que los estados tienen mucho miedo a perder su capacidad de poder impedir una decisión: Exteriores y Defensa.

P. España pierde poder respecto a Niza. ¿Tal vez por eso el PP esté tentado de usar el referéndum para criticar al Gobierno?

R. Se está utilizando Europa y el referéndum como terreno para resolver querellas internas y es el peor mal que se puede hacer a la integración. O utilizar Europa como demonio con asuntos como la pesca y la agricultura. De Europa sobre todo ha venido desarrollo económico y estabilidad. Niza fue un acuerdo provisional y muy complejo de gestionar. El Tratado consagra la doble mayoría con principios más claros.

P. ¿Hay espacio entre eurointegrismo y euroescepticismo?

R. España sería inimaginable sin estos 20 años de integración, pero todo integrismo es malo: cualquier integración europea por sí misma no tiene que ser conveniente. De hecho, los avances sociales quedan muy desdibujados.

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