Kevin Spacey presenta 'Beyond the sea', se enfada y termina cantando
Kevin Spacey volvió ayer a Berlín, la ciudad donde ha rodado Beyond the sea, un musical basado en la vida del cantante estadounidense Bobby Darin. La película se presentó ayer en la sección Panorama con un retraso de media hora, lo que provocó el enfado del actor estadounidense, que también ha dirigido el filme. Cuatro butacas en el centro de la sala estaban vacías a la hora que debía comenzar la proyección. Las autoridades para las cuales estaban reservadas no llegaban. Kevin Spacey salió al escenario y dijo: "¿Se puede saber que hacen esos sitios vacíos? El que quiera sentarse ahí que...
Kevin Spacey volvió ayer a Berlín, la ciudad donde ha rodado Beyond the sea, un musical basado en la vida del cantante estadounidense Bobby Darin. La película se presentó ayer en la sección Panorama con un retraso de media hora, lo que provocó el enfado del actor estadounidense, que también ha dirigido el filme. Cuatro butacas en el centro de la sala estaban vacías a la hora que debía comenzar la proyección. Las autoridades para las cuales estaban reservadas no llegaban. Kevin Spacey salió al escenario y dijo: "¿Se puede saber que hacen esos sitios vacíos? El que quiera sentarse ahí que los ocupe y que le den por culo al protocolo". El actor prefirió ver la película en otra sala con el equipo alemán que ha participado en la producción. Al final de la proyección volvió junto a Bob Hoskins, se reconfortó con los aplausos -la película gustó mucho- y acabó respondiendo a todas las preguntas que se le hicieron y cantando un tema de su admirado Bobby Darin.
La pasión de Kevin Spacey es actualmente el teatro. El actor, que desde el año pasado dirige el The Old Vic de Londres, afirmó ayer en una rueda de prensa anterior a la proyección de la película, que el teatro fue su "primer amor" y que "muchos actores se arrepienten al final de sus días de no haberse subido más al escenario. Yo intento hacerlo lo más seguido posible".
En Beyond the sea, Spacey ha unido ese amor por el teatro con el que siente por el cine, y ha realizado uno de sus sueños juveniles con esa mezcla entre ficción, documental y musical de los años cincuenta que es la película. Al actor no le bastó escribir el guión, producir, dirigir y ser el protagonista del filme, sino que además canta y baila con ligereza y elegancia en ese retrato de Bobby Darin, un olvidado cantante de los años cincuenta y sesenta, muerto en 1973 a los 37 años y cuya biografía es el típico ejemplo del sueño americano: el paso de una humilde casa de emigrantes del Bronx neoyorquino al lujo de una mansión de Beberly Hills.
El ganador del Oscar por American beauty se presentó en Berlín con una llamativa gorra. Pocas palabras salieron de la boca de una de las estrellas más grandes que visitan en estos días el corazón de la nueva metrópoli del cine. Da la impresión de que para Spacey, contar la historia de Bobby Darin, aunque haya sido uno de los sueños de su vida, pertenece ya al pasado. Su intención al realizar este musical fue desempolvar la historia del autor de canciones como Splish splash que acompañaron su niñez. "Quería recuperar la memoria, también para las generaciones más jóvenes, de quien siempre se encontró a la sombra de Frank Sinatra", sostuvo Spacey. Y lo ha logrado: en los dos últimos meses se han vendido un 135% más de CD del cantante.
El actor afirmó también que a la esposa de Bobby Darin, Sandra Dee, que actualmente vive en Los Ángeles, l e ha encantado la película y que le había asegurado que "no cambiaría ni un plano".