Las nuevas apuestas
La aportación de Juan Carlos Pastor a la selección no se limitó a los nuevos planteamientos tácticos. El técnico del Valladolid convocó a varios jugadores por primera vez y recuperó a otros. Todos ellos respondieron a lo grande.
- Albert Rocas. "Para mí", dijo Pastor, "Albert es el número uno en el extremo derecho". Nacido en Palafrugell, de la cantera del Granollers, Rocas fichó por el Valladolid a los 18 años gracias a Pastor, que le convirtió en extremo. Hasta entonces era lateral. A los 22, debutó y fue una de las revelaciones.
- Chema Rodríguez. Nacido en Palencia ...
La aportación de Juan Carlos Pastor a la selección no se limitó a los nuevos planteamientos tácticos. El técnico del Valladolid convocó a varios jugadores por primera vez y recuperó a otros. Todos ellos respondieron a lo grande.
- Albert Rocas. "Para mí", dijo Pastor, "Albert es el número uno en el extremo derecho". Nacido en Palafrugell, de la cantera del Granollers, Rocas fichó por el Valladolid a los 18 años gracias a Pastor, que le convirtió en extremo. Hasta entonces era lateral. A los 22, debutó y fue una de las revelaciones.
- Chema Rodríguez. Nacido en Palencia hace 24 años. Un producto del técnico. Central en el Valladolid, también debutó con la selección en Túnez y fue el eje sobre el que pivotó el ataque. Pastor le llamó para que fuera su voz sobre la pista y se convirtiera en el director del juego ofensivo. Con sus uno contra uno consiguió muchos penaltis y exclusiones de sus adversarios. El mejor intérprete de las ideas del seleccionador.
- Rubén Garabaya. Cuando el pasado diciembre Pastor volvió a llamarle para la selección, este pivote del Valladolid, nacido en Avilés hace 26 años, llevaba ya ocho internacionalidades. Le recuperó para el equipo; no para ser titular, sino para dar descansos al primer pivote, Rolando Uríos. Garabaya fue un buen sustituto y colaboró en la defensa, cuando Juancho necesitaba descansos.
- David Davis. Nacido y formado en Granollers, Davis juega de extremo en el Valladolid y éste es uno de los motivos por los que obtuvo el premio de poder jugar en la selección a sus 27 años. Pastor confiaba mucho en él como hombre avanzado en defensas presionantes (5-1). Desapareció de las convocatorias cuando el equipo pasó a cerrarse en 6-0.