Fertilizantes respetuosos

Juan Nieto niega que el reciente auge de los productos ecológicos sea una moda: "Son una necesidad". Este cordobés, hijo de agricultores y químico de profesión, fundo junto a su mujer Econatur S. L. hace cinco años. La empresa, que está radicada en el municipio cordobés de La Carlota, se dedica a la producción de fertilizantes, insecticidas y funguicidas para la agricultura ecológica, es decir productos para el campo que no contienen contaminantes.

"Lo que más me preocupa no es la ecología, sino la salud de las personas y mi familia". Nieto, especialista en química medioambiental, confi...

Juan Nieto niega que el reciente auge de los productos ecológicos sea una moda: "Son una necesidad". Este cordobés, hijo de agricultores y químico de profesión, fundo junto a su mujer Econatur S. L. hace cinco años. La empresa, que está radicada en el municipio cordobés de La Carlota, se dedica a la producción de fertilizantes, insecticidas y funguicidas para la agricultura ecológica, es decir productos para el campo que no contienen contaminantes.

"Lo que más me preocupa no es la ecología, sino la salud de las personas y mi familia". Nieto, especialista en química medioambiental, confiesa su preocupación por muchos de los productos que se utilizan en la agricultura actualmente. Por eso decidió en 2000 emprender una aventura por su cuenta y crear la empresa Econatur. Actualmente, según explica Juan Nieto, son la primera empresa nacional en cuanto al número de productos que sacan al mercado, entre 50 y 60 distintos y específicos para la agricultura ecológica. Según recuerda el creador de Econatur, esta agricultura "no debe utilizar productos de síntesis contaminantes para conseguir una mayor productividad", como hace la agricultura convencional.

La empresa se ha puesto como meta competir con los productos químicos

Hasta hace unos años, era casi imposible encontrar fertilizantes o abonos que no contuvieran estos componentes químicos nocivos para el medio ambiente y, en algunos casos, para la salud. Pero Nieto explica que cada día la experimentación avanza más y ya es casi posible encontrar sustitutos respetuosos con el hábitat para casi todos los productos que se utilizan en la agricultura. "Aunque todavía estamos obligados a utilizar algunos químicos cuando no hay sustitutos", sostiene el responsable de Econatur.

La compañía, que actualmente está conformada por una plantilla de una decena de personas, tiene una cartera de clientes formada por unas 300 explotaciones. Y aunque la mayoría están relacionados con la agricultura ecológica, también trabajan con pequeños productores. Nieto recuerda como algunas veces deben vencer las reticencias de algunos campesinos que creen que al tratarse de productos respetuosos con el medio ambiente serán menos efectivos. Pero el responsable de la empresa lo niega: "Es más, se puede incluso duplicar la producción con nuestros productos".

Aunque de momento queda lejos, la meta que se marca Nieto es poder llegar algún día a competir con los fertilizantes y abonos de síntesis. Y no tiene dudas de que algún día habrá sustitutivos respetuosos y efectivos para los químicos.

Además de fabricar y comercializar los fertilizantes, fungicidas y abonos la compañía también tiene una división que realiza auditorias, se encarga de la gestión de explotaciones de terceros y asesora en materia de control de calidad y medio ambiente. También están expandiendo el mercado hacía los jardines domésticos de particulares. "Es también un mercado en expansión, porque los particulares están muy concienciados con el respeto medioambiental", afirma Juan Nieto.

El objetivo que se marcan compañías como Econatur, según su dueño, es conseguir que algún día los productos de síntesis desaparezcan de la agricultura, porque cree que, a la larga, acaban siendo también un problema para la salud de las personas que viven en las zonas rurales.

Precisamente hace una semana, se constituyó en Montilla (Córdoba) una mesa que pretende que se paralicen las fumigaciones aéreas en el olivar andaluz. Productores ecológicos y representantes de la organización Ecologistas en Acción han exigido a las administraciones que no permitan que se fumigue contra la mosca del vino desde las avionetas.

Según los ecologistas, esta forma de luchar contra las plagas tiene un "grave efecto medioambiental" ya que, al aplicarse desde el aire, cerca de la mitad del insecticida no cae sobre el olivo sino sobre el suelo. Estos insecticidas, según los ecologistas, afectan a la fauna, al suelo, a la calidad del aire ya que puede quedar hasta un 20% del producto en la atmósfera y acaba provocando problemas también en los seres humanos.

De momento, en toda Andalucía, según Ecologistas en Acción, tan sólo en el caso del municipio de Ronda y del Parque Natural de Castril, se han podido sustituir las fumigaciones aéreas por tratamientos desde tractores.

La mesa constituida en Montilla solicita a la Administración andaluza que las fumigaciones se paralicen este mismo año y que "se pongan en marcha medidas de alternativas y proyectos de investigación en la línea de sistemas de control compatibles con el medio ambiente, la agricultura ecológica y la población rural".

"Hemos llegado a un punto en el que existe una necesidad imperiosa de cuidar más el ecosistema", sostiene Nieto.