Los socialistas parten como favoritos en las elecciones de Portugal

La campaña arranca con un soso debate entre los dos principales aspirantes a primer ministro

Un soso y encorsetado debate en televisión entre los dos principales candidatos a primer ministro de Portugal, el conservador Pedro Santana Lopes y el socialista José Sócrates, marcó la noche del jueves el arranque de la campaña electoral para las elecciones legislativas anticipadas del 20 de febrero. Todos los sondeos colocan a los socialistas rozando la mayoría absoluta en unos comicios marcados por la crisis económica.

El país paró para asistir al único cara a cara entre José Sócrates, líder del Partido Socialista (PS), y Pedro Santana Lopes, del conservador Partido Social Demócrata ...

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Un soso y encorsetado debate en televisión entre los dos principales candidatos a primer ministro de Portugal, el conservador Pedro Santana Lopes y el socialista José Sócrates, marcó la noche del jueves el arranque de la campaña electoral para las elecciones legislativas anticipadas del 20 de febrero. Todos los sondeos colocan a los socialistas rozando la mayoría absoluta en unos comicios marcados por la crisis económica.

El país paró para asistir al único cara a cara entre José Sócrates, líder del Partido Socialista (PS), y Pedro Santana Lopes, del conservador Partido Social Demócrata (PSD) y actual primer ministro, hecho al estilo americano, con tiempos bien controlados y sin lugar a conversación directa entre los dos. El resultado fue un debate soso, sin un ganador evidente, pero quedaron claros los temas que dominarán la carrera electoral: la crisis económica y de las cuentas públicas, el aumento del desempleo y la despenalización del aborto.

Santana y Sócrates coincidieron en que la prioridad debe ser el crecimiento económico, que los dos consideran ser la única forma de solucionar también el problema del grave desequilibrio de las cuentas públicas y del crecimiento del paro. Para recortar los enormes gastos de la Administración y modernizar la máquina del Estado -una de las más pesadas de toda la Unión Europea-, Sócrates defendió un recorte del número de funcionarios y la admisión de nuevo personal calificado, mientras Santana prefiere aumentar la productividad de los medios disponibles.

Portugal tiene, desde 2001, déficit públicos que se acercan al 5% del producto interior bruto (PIB), cuando deberían mantenerse abajo del 3%, como exige Bruselas. En el asunto del aborto, Sócrates se comprometió a realizar un referéndum al respecto por considerar fundamental cambiar la ley portuguesa, que los penaliza. Hay entre 30.000 y 40.000 abortos clandestinos anuales en Portugal, y es el único país europeo que persigue judicialmente a las mujeres que abortan. Santana, que asumió recientemente que el PSD es un partido "pro-vida", no propondrá cambios en la ley, pero apoyará la realización de un referéndum.

Lo que más distingue Santana y Sócrates, según los sondeos, es la credibilidad personal de cada uno. El dirigente socialista va claramente por delante en este punto y todas las encuestas lo sitúan como próximo primer ministro, incluso con mayoría absoluta en el Parlamento. Santana, cuyo Gobierno cayó el pasado noviembre por decisión del presidente, Jorge Sampaio, tras sólo cuatro meses en el poder, tiene actualmente niveles muy bajos de popularidad, fruto de las sucesivas polémicas y episodios de descoordinación que marcaron su mandato. La estrategia que adoptó para la precampaña tampoco parece haberle ayudado y le valió incluso duras críticas de destacadas figuras de su partido.

Santana optó por un discurso de victimización -considera que la disolución del Parlamento fue injusta-, no tiene el PSD a su lado y ha hecho insinuaciones sobre la orientación sexual de Sócrates, quien en el debate le acusó de "hacer una campaña sucia, indigna de la democracia y de la tradición del PSD". Santana rechazó la acusación y aseguró que se trata de un malentendido.

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Sócrates (izquierda) saluda a Santana Lopes, antes del debate.REUTERS

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