Zapatero ofrece cooperar en Afganistán e Irak para mejorar la relación con Bush

El Gobierno espera recuperar el nivel de la agenda bilateral tras la cumbre de la OTAN

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, trata de recuperar el nivel preferente de las relaciones entre España y EE UU por la vía que Washington indicó desde el primer momento de la crisis: compensar la retirada de las tropas de Irak con la asunción de otras responsabilidades en la escena internacional. Fuentes gubernamentales indican, en efecto, que a la disposición ya anunciada por España de hacerse cargo de un equipo de reconstrucción provincial (PRT) en Afganistán, podría sumarse la voluntad de asumir algún tipo de compromiso en Irak.

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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, trata de recuperar el nivel preferente de las relaciones entre España y EE UU por la vía que Washington indicó desde el primer momento de la crisis: compensar la retirada de las tropas de Irak con la asunción de otras responsabilidades en la escena internacional. Fuentes gubernamentales indican, en efecto, que a la disposición ya anunciada por España de hacerse cargo de un equipo de reconstrucción provincial (PRT) en Afganistán, podría sumarse la voluntad de asumir algún tipo de compromiso en Irak.

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Poco tienen que añadir las fuentes consultadas a esta voluntad genérica, ya que el tema, como la propia situación iraquí tras las elecciones del domingo, está en estudio.

Es sabido que la Unión Europea prepara fórmulas de cooperación en cuatro direcciones, incluida la formación de policías iraquíes en academias de los países miembros. España se mostró hace seis meses abierta a esa posibilidad, pero cualquier cosa en este campo sería hoy noticia, dado que, al término de la cumbre de la OTAN celebrada el pasado julio en Estambul, Zapatero declaró que "el Gobierno no tiene prevista participación alguna en lo que representa el proceso que se vive en Irak".

Las cosas parecen haber cambiado. Una nueva cumbre de la Alianza, el próximo 22 de febrero en Bruselas, presenta la oportunidad de dar un giro claro a las relaciones hispano-estadounidenses, con ocasión de la primera visita de George W. Bush en su segundo mandato a Europa.

Aunque el presidente del Gobierno y el líder americano no se entrevisten en esa jornada, oficialmente por motivos de agenda, en medios de La Moncloa y de la propia Zarzuela se da por descontado que la conversación telefónica que el rey Juan Carlos mantuvo el pasado miércoles con Bush refleja una buena disposición del presidente estadounidense al diálogo y a potenciar las relaciones con España. Esta actitud de Bush se relaciona directamente con el incremento anunciado de la contribución española a la estabilización de Afganistán, tema que sí fue abordado en la conversación telefónica citada.

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La disposición del Gobierno de asumir un PRT (siglas en inglés de Equipo Provincial de Reconstrucción) en el oeste de Afganistán y de establecer en Herat la base avanzada que lo proteja es muy importante, destacan fuentes diplomáticas, porque permite ampliar la acción de la ISAF, la fuerza aliada amparada por la ONU, en una zona fronteriza con Irán y castigada por el tráfico de drogas.

El despliegue español, que estará reforzado por tropas italianas, implicará el traslado de la unidad que está ahora en Kabul y la incorporación de un número de personas que puede variar de 50 a 250, si las condiciones permiten la acción de ONG y el envío de magistrados y otros técnicos para la reconstrucción institucional del país.

El Gobierno entiende, en cualquier caso, que la asunción de este PRT, el cuarto de la zona occidental junto al que asumirá Lituania y a los dos estadounidenses, que pasarán ahora bajo el mando de la ISAF, se hará sin merma de los compromisos adquirido en Kosovo, Bosnia, Haití e Indonesia, y sin superar el límite de soldados en el exterior ya aprobado. El Ejecutivo no cree que sea necesario, por ello, pedir nueva autorización al Parlamento. Sí se prevé informar probablemente en la Comisión de Defensa.

La oferta española sobre Afganistán, y eventualmente sobre Irak, comenzará a ser barajada en los preparativos de la cumbre del 22. En concreto, en el almuerzo que los ministros de Exteriores de la OTAN celebrarán en Bruselas el próximo día 9 y en la reunión que los ministros de Defensa iniciarán esa misma noche en Niza. Moratinos no asistirá a la cumbre hispano-polaca programada para el 9 de febrero en Varsovia, a fin de estar en Bruselas, en el almuerzo con Condoleezza Rice, que no ha incluido a España en su primera gira europea.

Zapatero, por su parte, coincidirá con Bush en Bruselas en tres reuniones del día 22: la que celebrarán todos los aliados por la mañana; el almuerzo subsiguiente y la de los 25 socios europeos, por la tarde.

Al hilo de esos encuentros y de la cooperación reforzada, la parte española confía en recuperar una agenda de alto nivel con EE UU, que debería comenzar con una visita de Moratinos a Washington. La declaración de relación privilegiada firmada en enero de 2001 prevé una reunión anual a ese nivel, y en medios gubernamentales no se piensa que Rice vaya a venir a España para la conferencia organizada por el Club de Madrid y el Gobierno, con motivo del primer aniversario de los atentados del 11-M. También se ha barajado un viaje oficial de los Reyes a EE UU para este año. Marcaría la normalización total y abriría la puerta para una visita de Zapatero.

Por otra parte, el PP pidió ayer al Gobierno español que "ayude todo lo que pueda" al pueblo iraquí. "Cuando hay un proceso en el que un pueblo está dispuesto a plantar cara al terrorismo en defensa de la democracia, tiene derecho a una oportunidad y a que todo el mundo le ayude", señaló Ángel Acebes, número dos del PP.

Bush y Zapatero dialogan, con Bono entre ellos, durante su breve encuentro en Estambul en junio de 2004.EFE

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