El PSOE denuncia que el 'plan Ibarretxe' "rinde servicio a ETA"

El PP exige que el Congreso debata ya la respuesta al proyecto

La Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, en una reunión en la que participó José Luis Rodríguez Zapatero, aprobó ayer una resolución de cinco puntos en la que descalifica el plan Ibarretxe y considera "hipócrita" la actitud del PP con el Gobierno socialista tras la aprobación del proyecto de nuevo Estatuto en el Parlamento vasco.

La resolución destaca que el proyecto aprobado "rompe con el actual marco constitucional y estatutario" y que el lehendakari Juan José Ibarretxe "no fue capaz de renunciar en el insensato proceso, incumpliendo además su compromiso electoral, a los ...

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La Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, en una reunión en la que participó José Luis Rodríguez Zapatero, aprobó ayer una resolución de cinco puntos en la que descalifica el plan Ibarretxe y considera "hipócrita" la actitud del PP con el Gobierno socialista tras la aprobación del proyecto de nuevo Estatuto en el Parlamento vasco.

La resolución destaca que el proyecto aprobado "rompe con el actual marco constitucional y estatutario" y que el lehendakari Juan José Ibarretxe "no fue capaz de renunciar en el insensato proceso, incumpliendo además su compromiso electoral, a los votos de quienes hicieron pública ostentación de su condición de portavoces de ETA". Y concluye: "El plan Ibarretxe ha venido así a rendir un servicio a una organización ilegal, que ha adquirido un protagonismo político intolerable".

La resolución considera "verdaderamente hipócrita la actitud del PP, que, inicialmente y por boca del señor Rajoy, manifestó su apoyo al Gobierno y a su presidente para afrontar el reto que supone el plan Ibarretxe y luego lanzó una campaña de descalificaciones continuas a su política".

El PP exigió ayer al PSOE y al Gobierno que habiliten sesiones extraordinarias en el Congreso, tanto en comisión como en pleno, para debatir la respuesta a lo que consideran "el desafío más grave en la historia de la democracia". Rajoy acusó a Zapatero de romper el consenso constitucional al declarar su intención de apoyar determinadas reformas estatutarias.

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