OPINIÓN DEL LECTOR

¿Difundir la cultura?

El pasado 30 de diciembre visité la exposición del retrato español y, cuando fui a adquirir la entrada de tres euros, me sorprendieron gratamente con el acceso gratuito por ser profesor. Me alegró, ya que venía de un viaje a Sevilla y allí comprobé que los sevillanos tenían tarifa especial para entrar en los Reales Alcázares, mientras que los demás teníamos que pagar la entrada máxima.

Con la satisfacción de haber disfrutado de la exposición, me propuse llevar a mi hija adolescente para que pudiera disfrutar del evento. Les puedo asegurar que hice un enorme esfuerzo para persuadirla de ...

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El pasado 30 de diciembre visité la exposición del retrato español y, cuando fui a adquirir la entrada de tres euros, me sorprendieron gratamente con el acceso gratuito por ser profesor. Me alegró, ya que venía de un viaje a Sevilla y allí comprobé que los sevillanos tenían tarifa especial para entrar en los Reales Alcázares, mientras que los demás teníamos que pagar la entrada máxima.

Con la satisfacción de haber disfrutado de la exposición, me propuse llevar a mi hija adolescente para que pudiera disfrutar del evento. Les puedo asegurar que hice un enorme esfuerzo para persuadirla de la visita. Finalmente lo conseguí, y me dispuse a ello en la mañana del día 3 de enero. Como era de esperar, estuvimos haciendo cola más de una hora, y cuando finalmente fui a entrar, enseñé mi carné de profesor y me indicaron que ya no había acceso gratuito y además que habían duplicado el precio de la entrada, pasando de tres a seis euros.

Resulta indignante que hayan cambiado los precios, sin previo aviso, aun manteniendo anunciados los antiguos, por ejemplo, en la página web del Museo del Prado. Es un estafa inducida por la propia página web del museo, además de un abuso manifiesto.

Si no quieren que los profesores tengamos acceso gratuito, pues que no lo den, pero no pueden quitarlo cuando les plazca, y sin criterio que lo justifique, porque al final lo único que queda es una sensación de estafa y de abuso. Desde luego, si tenía alguna gana de llevar a mis alumnos a la exposición, ya se me ha quitado.

Esto no son maneras de difundir la cultura, y menos de animar a la gente para que dedique su tiempo a contemplar la pintura, en lugar de pasarse el día entero en los centros comerciales, donde por cierto tienen mucho cuidado en sus políticas de precios, para evitar el sentimiento de estafa que tengo yo en este momento.

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