Reportaje:Apuntes

Mayores buscan jóvenes

Dos personas buscan universitarios para integrarse al programa intergeneracional 'Viure i conviure' de la Jaume I

Los mayores buscan a los jóvenes. Desde 1999 la Universidad Jaume I de Castellón viene desarrollando un programa de convivencia entre estudiantes y personas mayores con el que se pretende, además de potenciar las experiencias solidarias entre los universitarios, hacer más llevadera la soledad en la que se encuentran muchos de los adultos entrados en la llamada tercera edad. El programa consiste en que los mayores acogen en su casa a los jóvenes y éstos contribuyen a no sentirse tan solos. La experiencia que ha funcionado bien, no obstante, tropieza a veces con falta de gente joven disponible....

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Los mayores buscan a los jóvenes. Desde 1999 la Universidad Jaume I de Castellón viene desarrollando un programa de convivencia entre estudiantes y personas mayores con el que se pretende, además de potenciar las experiencias solidarias entre los universitarios, hacer más llevadera la soledad en la que se encuentran muchos de los adultos entrados en la llamada tercera edad. El programa consiste en que los mayores acogen en su casa a los jóvenes y éstos contribuyen a no sentirse tan solos. La experiencia que ha funcionado bien, no obstante, tropieza a veces con falta de gente joven disponible.

Pese a todos los alicientes y beneficios que constituye este programa, el coordinador del mismo, el profesor de Psicología Jorge Osma hace un llamamiento a los universitarios para poder incorporar a dos personas adultas más al proyecto, que aún no han encontrado su partenaire. Y es que dos de los mayores que participan de esta experiencia todavía no han encontrado al estudiante adecuado para iniciar el proyecto Viure i conviure.

Tras un mes de prueba, comienzan a convivir y a percibir una compensación, respetando su intimidad

Una de estas personas es María. Es una excepción por su edad. María es mayor que la mayoría de los adultos que han participado y que participan en el programa y que ya conviven con algún estudiante. Sin embargo, se vale por si misma y, de esta manera, cumple con los requisitos que marca la experiencia. El problema es que, de momento, no han encontrado a ningún estudiante con el que encaje ya que la selección y la "unión" no se realiza de forma aleatoria, sino que ambos son protagonistas de un estudio psicológico previo y una comparación de caracteres para que la convivencia sea compatible. Aún así, el programa, tal como explica Osma, marca un periodo de prueba de un mes y, si todo funciona, con la premisa fundamental de respetar la intimidad mutua, ambos comienzan a convivir y a percibir una compensación económica.

Los mayores, 90 euros al mes que contribuyen a costear el incremento de gastos básicos como luz y agua. Los jóvenes, 480 euros por los diez meses que dura el curso sin que, además, hayan de pagar cantidad alguna en concepto de alquiler. Eso sí, se comprometen a estar seis días a la semana antes de las 22.30 en "su casa", aunque el horario es más flexible durante las fiestas y las fechas de exámenes.

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