OPINIÓN DEL LECTOR

La sanidad pública y sus dineros

Coincidiendo con el nuevo tirón de orejas que, como cada año, le ha dado la Cámara de Cuentas andaluza al Gobierno del señor Chaves por ocultar, según este organismo, a la población el déficit tremendo, las cuentas tan en rojo, que ha detectado en el SAS, aparece el primer informe anual del Observatorio del Sistema Nacional de Salud, correspondiente al año 2003, en el que se detecta un "deterioro relativo" de la sanidad pública española atribuible, entre otras causas, a la congelación del gasto público desde 1993 hasta 2003, al aumento del gasto farmacéutico, al aumento también de la población...

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Coincidiendo con el nuevo tirón de orejas que, como cada año, le ha dado la Cámara de Cuentas andaluza al Gobierno del señor Chaves por ocultar, según este organismo, a la población el déficit tremendo, las cuentas tan en rojo, que ha detectado en el SAS, aparece el primer informe anual del Observatorio del Sistema Nacional de Salud, correspondiente al año 2003, en el que se detecta un "deterioro relativo" de la sanidad pública española atribuible, entre otras causas, a la congelación del gasto público desde 1993 hasta 2003, al aumento del gasto farmacéutico, al aumento también de la población española y al mayor envejecimiento de la misma.

Aunque, lógicamente, este último informe también nos afecta a los andaluces, lo que sí está claro es que en nuestra autonomía, para colmo, debemos gastar mal los presupuestos, a pesar de ser Andalucía la tercera comunidad con menor número de camas por habitante, diga lo que diga nuestra consejera, y que somos también los últimos, con nuestros 90 hospitales y todo, en la ratio hospital por habitante.

Y mal debemos estar, en efecto, cuando existe una gran precariedad laboral sanitaria (con muchos contratos basura), escasez de tiempo en las consultas para poder atender a los enfermos como Dios y la ciencia médica mandan, muchos médicos andaluces se van a la misma Portugal porque allí están mejor retribuidos, se atiende con los famosos y nefastos "equipos móviles" (aunque, como dice la citada consejera, fuera un hecho puntual. Y tanto, como que había que cumplir los deseos del consejero Vallejo de adaptarse al famoso decreto de esperas quirúrgicas al precio que fuera).

Y, por lo que se ve, iremos a peor, porque los últimos inventos del Tebeo Sanitario Andaluz son, nada más y nada menos, que el de los hospitales sin cama y el de la traducción andaluza de los médicos descalzos cubanos: los pediatras itinerantes. Es decir que, si a nivel nacional la sanidad pública está resfriada, aquí debemos tenerla con neumonía.

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