Voluntarios

Recuerdo que hace unos años había un eslogan que decía: "Cambia tu vida para cambiar el mundo". Ese mundo de entonces y de hoy, que cada vez entiendo menos, nos muestra un panorama totalmente desalentador y catastrófico, donde la violencia de género, las guerras, el terrorismo, la droga, la pobreza de los países del Tercer Mundo, inundan nuestros hogares y salpican de sangre nuestros corazones. Hoy donde hacemos famosos a personajes que degradan con su comportamiento los valores más íntegros del ser humano.

Vemos cómo cada día hay más distanciamiento entre países ricos y pobres, las cal...

Recuerdo que hace unos años había un eslogan que decía: "Cambia tu vida para cambiar el mundo". Ese mundo de entonces y de hoy, que cada vez entiendo menos, nos muestra un panorama totalmente desalentador y catastrófico, donde la violencia de género, las guerras, el terrorismo, la droga, la pobreza de los países del Tercer Mundo, inundan nuestros hogares y salpican de sangre nuestros corazones. Hoy donde hacemos famosos a personajes que degradan con su comportamiento los valores más íntegros del ser humano.

Vemos cómo cada día hay más distanciamiento entre países ricos y pobres, las calles de las grandes ciudades viven horas de inseguridad. Simplemente caminando por nuestras calles, a nuestro lado, y pidiendo una oportunidad, encontramos niños y mujeres golpeados por la pobreza.

Sin duda, el panorama es aterrador y a veces, nos hunde en el más profundo pesimismo; sin embargo, existen unas hogueras luminosas que irradian luz, fuego y calor sobre tanta desgracia antes mencionada. Son los miles de voluntarios y voluntarias que día a día luchan juntos por cambiar este mundo y prenden así, una llama de luz allá donde van.