Luis Antonio de Villena obtiene el Premio de Poesía Generación del 27
"Los gatos no son príncipes, pero hay una tradición que les da un toque aristocrático, de forma que un gato no siempre es un gato, sino que puede ser una persona y representar un aspecto de la vida".
Esta mezcla de lo real e imaginado sobre la que Luis Antonio de Villena (Madrid, 1951) edifica su poemario Los gatos príncipes consiguió ayer "salir del margen en el que quedó relegado por el paso del tiempo" gracias a la obtención del séptimo Premio Internacional de Poesía Generación del 27.
El jurado, presidido por el poeta cordobés Pablo García Baena, ha otorgado la mención...
"Los gatos no son príncipes, pero hay una tradición que les da un toque aristocrático, de forma que un gato no siempre es un gato, sino que puede ser una persona y representar un aspecto de la vida".
Esta mezcla de lo real e imaginado sobre la que Luis Antonio de Villena (Madrid, 1951) edifica su poemario Los gatos príncipes consiguió ayer "salir del margen en el que quedó relegado por el paso del tiempo" gracias a la obtención del séptimo Premio Internacional de Poesía Generación del 27.
El jurado, presidido por el poeta cordobés Pablo García Baena, ha otorgado la mención "al mundo rebelde, depravado y lujoso", y "a los finales, casi siempre felices" de Luis Antonio de Villena, autor de más de 40 títulos entre poesía, prosa y ensayo. El fallo, anunciado ayer en Málaga, trae de la mano una dotación de 15.000 euros y la publicación del texto por la editorial Visor. A la convocatoria del Centro Cultural Generación del 27 se presentaron 422 textos procedentes de España, Costa Rica, Argentina, Chile o Paraguay.
Con un fular y gafas de sol en tonos rojizos, De Villena explicó en rueda de prensa que compuso Los gatos príncipes entre 1998 y 2001 y que lo presentó a concurso "con idea de rescatarlo" del margen en el que había quedado por ser coetáneo a Herejías privadas, un grupo de poesías ya editadas. "A veces, cuando pasa cierto tiempo, te das cuenta de que no tienes un libro, sino dos, porque los poemas han ido por caminos distintos", comentó.
Los poemas contienen una protesta ante el mundo actual.Un mundo que hace tiempo que no le gusta, porque siente que va por mal camino. "Es más áspero y el poder, con mayúscula, está más en contra de la libertad, aunque no se le caiga de la palabra la boca", afirmó. Aseguró que se trata de un libro "más lírico", donde los elementos poéticos tienen un tono fuera de la realidad y lo situó "más cerca" de sus últimos versos. A modo de ejemplo declamó Crisis última del imperio, un poema "algo visionario" de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York, compuesto antes de que se produjeran.