Reportaje:

Una finca con patas

María Zalabardo lleva tres años luchando para que el Catastro de Málaga reconstruya el expediente de su tierra

Puede parecer gracioso, incluso una broma. Tus tierras no están donde siempre, se han desplazado a otro lugar. "Como si tuvieran patas", asegura María Encarnación Zalabardo. En ocasiones, esta malagueña de 60 años que fue Miss España en 1963 se toma a risa una situación que la lleva por el camino de la amargura desde hace casi tres años. "La situación de privilegio de mi finca ha hecho que me quieran dar un cambiazo a toda costa", asegura. La parcela, de 167.000 metros cuadrados, se ubica en una zona al norte de la ciudad que probablemente se convierta en urbanizable en el próximo PGOU.
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Puede parecer gracioso, incluso una broma. Tus tierras no están donde siempre, se han desplazado a otro lugar. "Como si tuvieran patas", asegura María Encarnación Zalabardo. En ocasiones, esta malagueña de 60 años que fue Miss España en 1963 se toma a risa una situación que la lleva por el camino de la amargura desde hace casi tres años. "La situación de privilegio de mi finca ha hecho que me quieran dar un cambiazo a toda costa", asegura. La parcela, de 167.000 metros cuadrados, se ubica en una zona al norte de la ciudad que probablemente se convierta en urbanizable en el próximo PGOU.

Con hablar nervioso y atropellado cuenta que el 23 de octubre de 2001 el constructor Antonio Manuel González Retamero se presentó en su casa para comprarle sus tierras. "Lo tengo grabado en el portero de casa y además tengo testigos", afirma. Como la finca estaba inmersa en un proceso de expropiación para la construcción del parque forestal Ciudad de Málaga, prefirió no venderla. "Retamero prometió superar la cantidad que me iba a pagar el Ayuntamiento y eso me hizo sospechar", recuerda, "Se justificó diciendo que, como era constructor, manejaba mucha información". En enero de 2002 González Retamero compró a la empresa Gaypu la mitad de una finca cercana a la de Zalabardo.

"Al cabo de un mes el expediente del Catastro de Rústica de Málaga en el que estaba registrada mi finca desapareció como por arte de magia", narra la afectada. El suceso, que el Catastro define como "un error informático ya subsanado", ha provocado que circulen diferentes versiones sobre la propiedad de la parcela. Según una carta del Catastro, enviada a finales de 2002, desde 1994 a 2001 la finca aparecía a nombre de la sociedad Gaypu, titularidad que dos anteriores jefes del catastro y tres técnicos han negado ante notario. "Durante estos casi tres años he pedido una y otra vez que reconstruyan el expediente, algo a lo que están obligados por ley", considera Zalabardo. El gerente territorial, Francisco Pérez-Vivar, explica que el Catastro ha reconocido que ella es la titular, pero no ve conveniente actuar de oficio. Fijar a quien pertenece la parcela "no va a depender de la reconstrucción del expediente, sino de lo que decidan los tribunales de Justicia. Ellos deben ser los que realicen las actuaciones de reconstrucción que sean necesarias, y no el Catastro".

El 30 de septiembre de 2002 González Retamero trató de registrar la parcela a su nombre, según informe técnico solicitado por Zalabardo, lo que le fue denegado temporalmente porque el técnico que atendió la petición consideró que "la parcela no estaba descrita en su escritura de compraventa". "He sufrido graves endeudamientos e innumerables perjuicios morales, profesionales y económicos", cuenta María Encarnación. Conserva los documentos de expropiaciones anteriores por la construcción de la Autovía del Mediterráneo y la presa de El Limonar, donde se contemplan los límites que, según ella, "siempre ha tenido" su finca y el título de propiedad. Su marido asiente y da fe de que en el salón de su casa los papeles apenas dejan ver los muebles. Zalabardo ha solicitado a Retamero y sus socios en repetidas ocasiones que aporten sus títulos de propiedad y que se sometan a una medición por GPS para demostrar la legitimidad de sus reivindicaciones.

El Ayuntamiento le reconoce la propiedad, pero no con los linderos que ella reclama. "Para cobrar la expropiación por el Parque Forestal me han ofrecido que firme unas lindes erróneas. Sitúan una linde en un paraje que está a dos kilómetros de donde está mi finca". La indemnización, que asciende a 120.200 euros pero que Zalabardo reclama que sea de 1,8 millones, lleva dos años consignada en Hacienda. "Si firmo unos límites que no me corresponden la maraña se puede enredar aún más", asegura, "incluso pueden asegurar que tengo una finca fantasma". Además denuncia que su finca comienza a parecerse sospechosamente a la de González Retamero. Acusa al Ayuntamiento de construir en sus tierras "un camino del mismo ancho y longitud" que uno que ya existía en la finca que Retamero compró a Gaypu en enero de 2002. Con esta "estrategia", denuncia Zalabardo, el Consistorio pretende dar un "cambiazo" entre ambas parcelas.

El concejal de Urbanismo, Juan Ramón Casero, asegura que "hechas todas las comprobaciones" las lindes que María Encarnación defiende "no se sostienen bajo ningún concepto". Mantiene que ella llegó a vender parte de la finca a Retamero y que es un conflicto entre ellos.

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Zalabardo ha llevado su lucha al terreno judicial. La jefa del servicio de expropiaciones de la Gerencia Municipal de Urbanismo, María José Quintero, acudió a declarar en mayo al Juzgado de Instrucción Nº8 de Málaga, en unas diligencias para decidir si había motivos para celebrar un juicio. La funcionaria negó que se hubiera producido ocultación, manipulación o falsedad alguna en los expedientes que estaban a su cargo y aseguró que María Encarnación Zalabardo rechaza el precio que le ofrecía la administración para su indemnización. Quintero agregó que la Junta de Gobierno Local decidió que la titularidad de la finca, cuyos linderos no reconoce Zalabardo, le correspondía a la ex miss "en detrimento de otras personas". El constructor en liza, González Retamero, manifiesta "estar muy dolido", asevera que le "reclama algo que no es suyo", y prefiere dejar el asunto en manos de los tribunales.

Incansable ante las negativas, Zalabardo ha escrito a los defensores del pueblo español y europeo, al presidente del Parlamento Europeo, le ha dado una carta en mano a Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, e incluso ha puesto en conocimiento de la Casa Real su situación. Cada cierto tiempo, acude de nuevo al Catastro. Sus trabajadores han contado 250 visitas.

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