Aulas | NUEVAS TECNOLOGÍAS EN LA UNIVERSIDAD

Dos empresarios presiden los consejos sociales de Jaén y Málaga

Los empresarios Enrique Román y Francisco José Barrionuevo serán los nuevos presidentes de los consejos sociales de las universidades de Jaén y Málaga, respectivamente. Ambos dirigirán órganos que persiguen fomentar iniciativas sociales para estimular inversiones que favorezcan el desarrollo de la universidad y del territorio donde se ubica. El último Consejo de Gobierno aprobó sus nombramientos a propuesta de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa.

Enrique Román es ingeniero técnico de Obras Públicas y Director General de GEA 21, una de las mayores constructoras de Andalucía co...

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Los empresarios Enrique Román y Francisco José Barrionuevo serán los nuevos presidentes de los consejos sociales de las universidades de Jaén y Málaga, respectivamente. Ambos dirigirán órganos que persiguen fomentar iniciativas sociales para estimular inversiones que favorezcan el desarrollo de la universidad y del territorio donde se ubica. El último Consejo de Gobierno aprobó sus nombramientos a propuesta de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa.

Enrique Román es ingeniero técnico de Obras Públicas y Director General de GEA 21, una de las mayores constructoras de Andalucía con participación de 11 empresas. Por su parte, Francisco José Barrionuevo, licenciado en Administración de Empresas, es el presidente de Novasoft. Román (Úbeda, 1946) se enfrenta a su nuevo cargo "con la intención de traspasar la idea de eficacia y excelencia empresarial al mundo universitario". Para Román, la relación universidad y empresa "presenta todavía muchas carencias" y señaló que la universidad debe invertir en programas de investigación y desarrollo que sean atractivos para el sector empresarial. En este sentido indicó que los empresarios también deben aumentar su compromiso con la universidad con una mayor implicación desde el punto de vista de la financiación.

El nuevo responsable del Consejo Social de la UJA insistió en que entre sus objetivos están las enseñanzas bilingües. "En materia de formación nos movemos en unos niveles equivalentes con el resto de países europeos, pero no podemos competir en igualdad de oportunidades si nuestros titulados continúan sin dominar el inglés", resaltó Román.

Francisco Barrionuevo (Málaga, 1965) es el nuevo presidente del Consejo Social de la Universidad de Málaga (UMA), cargo que por primera vez ocupa un empresario. A sus 39 años, Barrionuevo cuenta con una fulgurante carrera empresarial. Doctor en Administración de Empresas por la American World University, este malagueño dirige Novasoft, compañía de la que fue cofundador en 1993. Medalla de Andalucía en 2004, Barrionuevo señala como su principal objetivo conseguir el entendimiento entre la investigación universitaria y la empresa.

Barrionuevo asegura que su elección para presidir el Consejo Social de Málaga obedece a su pertenencia al sector tecnológico andaluz. "Han querido darle un sesgo empresarial al consejo ahora que tan en boga están las políticas encaminadas a la innovación y el desarrollo tecnológico", explica desde Londres, donde trabaja actualmente.

Como principales objetivos para su mandato, el malagueño destaca la potenciación del binomio universidad-empresa. "Quiero centrarme fundamentalmente en hacer funcionar la maquinaria del consejo para conseguir proyectos de financiación para la universidad. Tenemos que lograr que la investigación universitaria se adecue a los nuevos tiempos y al mercado y para ello hay que potenciar más la innovación. Pero la innovación sólo es posible si existe éxito comercial y para ello se necesita mucho dinero, algo de lo que ahora se carece", señala.

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Para ello, el presidente del Consejo Social de la UMA cree necesario una mayor implicación de los empresarios, muchas veces reticentes a acercarse a la universidad. "Como empresario tengo que hacer una autocrítica. Es verdad que los empresarios no pierden el tiempo en aprovechar los recursos que la universidad brinda en investigación. Pero esto se puede corregir, porque el equipo de gobierno de la UMA ha apostado por una política innovadora y se pueden lograr muchas cosas en este sentido. La empresa y la investigación universitaria están obligadas a entenderse, sí, pero las empresas han de ser generosas y compartir los beneficios del servicio que reciben de la universidad para que ésta también progrese", sentencia.

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