El beneficio ordinario de las empresas no financieras sube un 18,6% hasta septiembre

El banco central alerta del riesgo de aumento de los costes laborales por la inflación

Tiempo de bonanza. El resultado ordinario neto de las empresas no financieras aumentó un 18,6% en los nueve primeros meses del año, frente al 17% que crecieron en el mismo periodo de 2003, gracias al tirón del consumo, la contención de costes y la caída de la carga financiera, según datos de la Central de Balances del Banco de España. Este crecimiento de los beneficios marca un récord histórico. Los datos anuales de 2003, presentados ayer, cifran en 16.037 millones el resultado obtenido por las empresas no financieras, un récord desde que se inició esta estadística en 1983.

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Tiempo de bonanza. El resultado ordinario neto de las empresas no financieras aumentó un 18,6% en los nueve primeros meses del año, frente al 17% que crecieron en el mismo periodo de 2003, gracias al tirón del consumo, la contención de costes y la caída de la carga financiera, según datos de la Central de Balances del Banco de España. Este crecimiento de los beneficios marca un récord histórico. Los datos anuales de 2003, presentados ayer, cifran en 16.037 millones el resultado obtenido por las empresas no financieras, un récord desde que se inició esta estadística en 1983.

El Banco de España no escatimó elogios a la situación económica y a la fortaleza de las empresas. "Han quedado atrás el bache de 2002 provocado por la crisis de América Latina y las fuertes provisiones que tuvieron las empresas. Los resultados del tercer trimestre de este año confirman la senda de la recuperación de 2003 y anticipan resultados récord", según el director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina.

Las razones del optimismo son la "notable" fortaleza del consumo privado, que sigue siendo, junto con la actividad constructora, el motor "principal" del crecimiento económico, que también se ha apoyado en las exportaciones. Además, las sociedades han hecho sus deberes y han aprovechado esta bonanza para incrementar la inversión en bienes de equipo, "un factor decisivo para recuperar la diferencia que existe en competitividad con los países de nuestro entorno". El Banco de España sólo puso un pero en esta situación: las excesivas compras en el exterior, que perjudican a la actividad productiva.

Empresas más rentables

Hasta septiembre pasado, la situación de las empresas que participan en la Central de Balances trimestral, que es un número menor al del informe anual, ha continuado por esta senda. El resultado ordinario neto se elevó un 18,6%, aunque si se descuentan los ingresos y gastos extraordinarios, la tasa es del 7,1%.

La positiva evolución de los resultados permitió que las ratios de rentabilidad de las empresas no financieras se mantuvieran en niveles elevados. El informe del Banco de España destaca además la estabilización de los costes financieros en el 4%, tasa que supone un mínimo histórico.

Los gastos de personal mostraron una tendencia decreciente, ya que la tasa se sitúa en un aumento del 2,4%, inferior al 4,4% alcanzado en idéntico periodo del año precedente, que se explica por el menor crecimiento del empleo. Hasta septiembre pasado cayó un 0,5%, "pero por la reestructuración de una importante compañía de telecomunicaciones", afirmó Malo de Molina sin citar a Telefónica, que tiene un expediente de regulación de empleo. "Sin el efecto de esta empresa, el empleo hubiera crecido un 0,7%", comentó este ejecutivo, que añadió que sólo entre las pequeñas empresas el empleo se recuperó un 3,4% en 2003, frente al 4% de 2002.

El organismo supervisor destacó también el cese de destrucción de empleo en el tercer trimestre de este año. Por sectores, comercio mantiene un tono "más expansivo", con un aumento del empleo neto del 4,2%, idéntico al registrado un año antes. La otra cara de la moneda es el sector industrial, que tuvo contracciones de empleo del 1,5%, lo que supone caídas más intensas, incluso, que las del año anterior. Malo de Molina también aseguró que se está moderando la temporalidad en el empleo.

Otro aspecto destacado fue la moderación de las remuneraciones medias. Así, el gasto por trabajador se redujo desde el 3,7% de 2002 al 3,2% del año pasado, "lo que dinamizó el empleo y aumentó la rentabilidad de las empresas".

En este sentido, el Banco de España cree que las empresas españolas están en "buenas" condiciones para mantener un despegue sostenido de la actividad, conforme mejoren las expectativas empresariales, y para ello deberán hacer compatible la moderación salarial con el crecimiento de la productividad y la creación de empleo.

Sin embargo, el organismo supervisor advirtió de dos peligros: por un lado, las empresas ya no contarán con el beneficio que supone las caídas de los costes financieros porque los tipos están en mínimos históricos. Por otro lado, advirtió que la subida de la inflación por el encarecimiento del petróleo puede reactivar las cláusulas de revisión salarial, lo que incrementaría los salarios y perjudicaría la creación de empleo.

Si se produce esta situación, el Banco de España teme que se recorte la inversión en bienes de equipo, lo que impediría mejorar la productividad y alejaría a la economía española de los principales puestos de la zona euro.

En todo caso, Malo de Molina hizo un llamamiento genérico a que exista "un clima favorable para el desarrollo de proyectos empresariales que necesitan de un marco regulatorio estable y certidumbre legal". Preguntado por si este comentario estaba relacionado con las recientes declaraciones del secretario de Estado de Economía, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, sobre un cambio en la fiscalidad de la vivienda y los fondos de pensiones, este ejecutivo lo negó y explicó que el marco que se debe retomar es el de la cumbre de Lisboa de 2000, "es decir, liberalizar más el mercado y las normas regulatorias".

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