Reportaje:

De ciudad a capital

San Telmo muestra los cambios que experimentó San Sebastián durante las décadas centrales del siglo XIXLa exposición recorre la época a través de 160 fotos, litografías y objetos varios

El donostiarra Museo San Telmo es desde ayer una suerte de túnel del tiempo que retrotrae al visitante al año 1854, la fecha en que San Sebastián, tras una fuerte pugna con Tolosa, logró de manera definitiva la capitalidad de Guipúzcoa. Ha pasado desde entonces un siglo y medio, un periodo que el Ayuntamiento ha aprovechado para mostrar la evolución de la ciudad durante el reinado de Isabel II (1840-1868).

Y es que "en este tiempo se producen cambios fundamentales, que darán paso después al esplendor de la conocida como Belle Époque", comentó ayer Larraitz Arretxea, una de las co...

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El donostiarra Museo San Telmo es desde ayer una suerte de túnel del tiempo que retrotrae al visitante al año 1854, la fecha en que San Sebastián, tras una fuerte pugna con Tolosa, logró de manera definitiva la capitalidad de Guipúzcoa. Ha pasado desde entonces un siglo y medio, un periodo que el Ayuntamiento ha aprovechado para mostrar la evolución de la ciudad durante el reinado de Isabel II (1840-1868).

Y es que "en este tiempo se producen cambios fundamentales, que darán paso después al esplendor de la conocida como Belle Époque", comentó ayer Larraitz Arretxea, una de las comisarias de la exposición, que permanecerá abierta hasta el próximo 9 de enero. Bajo el título San Sebastián 1854. De ciudad a capital, la muestra se vale de 160 piezas, en su mayoría litografías y fotografías, aunque también se exhiben documentos y algunos objetos de la época, para reflejar las transformaciones urbanas, económicas, sociales y culturales que vivieron entonces los donostiarras.

Dividida en seis secciones, la exposición recuerda el sistema de gobierno que existía en Guipúzcoa en las primeras décadas del siglo XIX y cómo la balanza de los juegos de poder y los intereses políticos terminó inclinándose hacia San Sebastián. Hasta San Telmo ha viajado un ejemplar de la Gaceta de Madrid del jueves 24 de agosto de 1854, en el se publica la Real Orden por la que la ciudad recupera para siempre el título de capital de la provincia.

Varias ilustraciones recuerdan en otro apartado las consecuencias de las dos guerras carlistas en San Sebastián, que se posicionó en ambas ocasiones en el bando liberal, y en el resto del territorio, que se mantuvo en el lado opuesto.

"Ya tu negra prisión se desploma..." Este verso, sacado del himno al derribo de las murallas, sirve para encabezar la sección en la que se rememora lo importante que fue en 1863 tirar un cerco que había perdido su valor defensivo y que ya sólo era un obstáculo para el crecimiento de San Sebastián. Los planos diseñados por Cortázar dan cuenta de lo que sería el ensanche de la ciudad.

Una ciudad que va, por tanto, creciendo y en la que sus habitantes quieren ver y ser vistos. Así, junto a las diversiones más populares y tradicionales, como son los partidos de pelota y las corridas de toros, va tomando fuerza la oferta musical y teatral dirigida a la floreciente burguesía. Partituras de la época se mezclan en la muestra con las litografías que recuerdan que la plaza de la Constitución se usó como coso taurino y con "la única" fotografía que se conoce del popular poeta euskaldún Indalecio Bizkarrondo, Bilintx, destacó la comisaria.

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La exposición se completa con los documentos gráficos que dan fe del progreso económico de la ciudad y de su apertura al turismo: los artesanos, pequeños comerciantes y campesinos conviven con los nuevos empresarios de la industria y la hostelería. La maqueta de una torre de telegrafía óptica y las imágenes de la llegada del tren a San Sebastián ilustran la mejora de las comunicaciones.

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